El Ayuntamiento de Huesca va a invitar a varias empresas a participar en el proceso de licitación de la reparación del pedestal de la estatua de los Reyes de Aragón del parque Miguel Servet, una actuación “muy delicada”, indica el Consistorio.
La memoria valorada para esta actuación ha sido aprobada por el Ayuntamiento, con un presupuesto de licitación de 14.462 euros. Al tratarse de un contrato menor, se va a invitar a varias empresas de obra civil habituadas en la excavación que dispongan de maquinaria y personal adecuado para realizar la obra.
La estatua del rey registró la rotura de uno de los bloques que forman la última hilada del pedestal por una veta de la propia piedra, una circunstancia que, según el Ayuntamiento, es “achacable al paso del tiempo”.
La actuación debe recolocar el bloque de piedra de Calatorao desprendido. Para ello, como detalla el Ayuntamiento, se realizarán tres perforaciones con una broca hueca de corona diamantada en cada uno de los bloques.
Posteriormente, se colocarán en las perforaciones conectores de varilla roscada de acero inoxidable y se rellenarán con resinas. Una vez recolocado el bloque desprendido se procederá a la protección perimetral del pedestal.
Para la correcta realización de las obras, de carácter muy delicado, se ha considerado necesario un plazo de ejecución de diez días.
En el año 1976 cuando la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja donó a la ciudad de Huesca este monumento con motivo del centenario de la entidad. La estatua está compuesta por un pedestal de piedra de Calatorao y una imagen de bronce.
El Monumento a los Reyes Aragoneses está dedicado a cinco reyes diferentes que se significan y representan en una sola figura. Quizá por ello a esta obra se le han otorgado diferentes nombres como Monumento a los Reyes Pirenaicos, Homenaje al Reino de Aragón o Monumento a la Cuna del Reino de Aragón. Los monarcas homenajeados son Ramiro I (1035-1063), su hijo Sancho Ramírez (1063/1069-1094), Pedro I (1094-1104), su hermano Alfonso I (1104-1134) llamado El Batallador, y finalmente Ramiro II (1134-1157) el rey monje que abandonó la vida monástica para continuar la dinastía y dar origen a la Corona de Aragón.