Una cafetería de la ciudad de Huesca ha sido blanco de los estafadores dos veces en la misma semana, aunque los cacos no lograron llevar a cabo su propósito y se han quedado con dos palmos de narices. El suceso se produjo la semana pasada.
En los dos casos se ha operado de la misma manera y se pretendía que la empleada que atendió el teléfono ingresara una cantidad, apelando a una supuesta factura que el encargado debía abonar.
"Cogí una llamada y me preguntaron por el encargado y al decirle que no estaba me pidieron que hiciera una transferencia ya mismo -explica la víctima del intento de estafa, de la cafetería De Frida, ubicada en la calle Padre Huesca-. Le pregunté que con quién hablaba y volvieron a decirme que eran compañeros del gestor de la cafetería".
Al mantenerse firme la empleada, el supuesto estafador terminó colgando el teléfono. Sin embargo, pasados unos días, la cafetería volvió a recibir la misma llamada. Una persona que se identificó con el mismo nombre propio de la última vez y que dijo ser amigo del gestor de la cafetería, volvió a urgir que se efectuara un pago.
Tras negarse de nuevo la empleada, su torno se volvió muy amenazador e incluso profirió algunos improperios cuando la trabajadora le dijo que le iba a denunciar.