A las 10:58 han saltado al tapiz nuestras “Quijotes” del Club 2000 de Barbastro: Alba Almuzara, Ángela Loste, Héctor Casas, Laia Gordillo, Laura López, Lucía Gordillo y Sara López. Con los nervios propios de un hito histórico, competir en un Mundial de Gimnasia, en este caso en la localidad austríaca de Graz, adonde han ido a mostrar, a través del movimiento, la grandeza de la Literatura de Miguel de Cervantes, profundamente estética, hermosa.
No hay dos sin tres y el Club 2000 y el Club 90 van de la mano, por lo que la réplica es la de la armonía. La tercera representación altoaragonesa, bajo el nombre de Alonso Quijano para su actuación, han saltado a la pista a comerse el mundo. Desde un lugar del Vero del que acordarme sí quiero. Se llama Barbastro y su fertilidad también es de talento y de esfuerzo. Con una disciplina admirable, las evoluciones del número del Club 2000 han sido sencillamente formidables. A través de sus cadencias, los espectadores se han transportado a las andanzas de Don Quijote y de Sancho Panza, al idealismo del caballero y la donosura de Dulcinea.
Tal ha sido la fascinación que han provocado que esos 13.967 puntos otorgados por el jurado les trasladan directamente a la final. Y, ahí, a soñar, porque toda la vida es sueño y los sueños, sueños son. Calderón de la Barca se suma a los aplausos.