El pasado domingo 2 de octubre, 12 montañeros del Club Litera cruzaron la frontera del Portalet, e iniciaron la ascensión al collado de Pombie con tanta ilusión como incertidumbre.
La primera borrasca del otoño había dejado una buena capa de nieve en las cumbres, y eso podría dificultar mucho el ascenso a esta gran montaña, que ya en condiciones normales tiene un itinerario difícil y expuesto. Animados por la buena previsión meteorológica, llegaron al collado de Suzon para comenzar la escalada, que resultó sencilla hasta culminar la segunda chimenea. A partir de este punto, la nieve era continua, y les obligaba a extremar las precauciones y evitar resbalones que podrían resultar fatales.
Las altas temperaturas habían evitado que la nieve se helara en las umbrías de la cara norte, y pudieron escalar la tercera chimenea con relativa facilidad. Alcanzada la cruz, el camino a la cima estaba abierto y solo quedaba un duro ascenso por la empinada ladera cubierta de nieve, hasta llegar a la cresta cimera. Un breve paso, sobre el abismo de la cara oeste permitía alcanzar la cima de la niña bonita del Pirineo, aunque solo lo podían celebrar a medias, porque aún quedaba un peligroso descenso. Descendieron la ladera hasta llegar nuevamente a la cruz, y el equipo del Club Litera se puso en marcha, montando una cadena de rapeles por los que bajaron los montañeros del Club de Binéfar, y que también sirvieron para ayudar a otros grupos que bajaban de la cima. Salvado el principal obstáculo, continuaron el descenso sin bajar la guardia para alcanzar nuevamente el collado de Suzon, donde si pudieron celebrar y felicitarnos por la magnífica jornada de montaña que habíamos realizado.
Trabajo en equipo, formación y solidaridad, fueron la clave para que la actividad se desarrollara sin incidentes, en un día que había batido records de rescates.