El Gállego, Cinca y Aragón han pasado de situación de emergencia a situación de alerta por escasez, y no entra en emergencia ninguna de las unidades territoriales que estaban en alerta en el mes anterior.
El nuevo informe de indicadores de sequía y escasez que ha publicado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), correspondiente al mes de junio, indica que se ha aliviado la situación de sequía prolongada en la cuenca, debido a las lluvias del pasado mes, que han duplicado las de un junio promedio. A pesar de que la previsión es que este verano pueda ser algo más húmedo de lo normal, se recomienda ser prudente en el uso del agua teniendo en cuenta los recursos disponibles y atender las recomendaciones de las comunidades de usuarios.
La CHE informa de que, según datos del SAIH Ebro, en este año hidrológico (desde el 1 de octubre hasta el 30 de junio) ha llovido en la cuenca el 91 % de la lluvia media. Este porcentaje era a finales de mayo del 75 %, lo que pone de manifiesto la mejoría que han supuesto las lluvias de junio.
Analizando los meses de junio de los últimos 22 años (2002-2023) se ve que las lluvias de este pasado mes de junio han sido de 103 mm/año, que es algo más del doble de la media y que, además, es el máximo de toda la serie.
Se constata en el nuevo informe de indicadores que se ha aliviado la situación de sequía prolongada en la cuenca. En mayo estaba en sequía prolongada el 85 % de la cuenca con todas las unidades territoriales en sequía menos las del Jalón y Martín. Sin embargo y gracias a las copiosas lluvias de junio, dejan de estar en sequía Irati, Arga y Ega y Matarraña. Esto supone que a final de junio se encuentra en situación de sequía prolongada el 74 % de la cuenca, lo que muestra una ligera mejoría gracias a las lluvias.
Respecto a la situación de escasez hay que destacar que han mejorado las unidades territoriales relacionadas con el Pirineo central, pasando de emergencia a alerta las unidedes territoriales del Gállego y Cinca y el Aragón y Arbas.
Además, se ha mantenido la situación de alerta en las de Noguera-Ribagorzana, Noguera-Pallaresa y Huerva, que están más lejos de entrar en situación de emergencia.
La CHE señala que con carácter general se puede destacar que en la cuenca del Ebro se ha pasado de estar el 42 % de su superficie en situación de emergencia en el mes de mayo al 20% en junio. Una mejoría importante que, no obstante, "no tiene que hacer bajar la guardia en la aplicación de las medidas necesarias".
La previsión de Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el verano indica que puede ser algo más húmedo de lo normal, aunque cálido. La recomendación es continuar siendo prudente en el uso del agua teniendo en cuenta los recursos disponibles y atender a las recomendaciones de las comunidades de usuarios.
"La capacidad de gestión de la cuenca del Ebro se pone a prueba especialmente en momentos de escasez de agua como el que estamos viviendo este año. Las infraestructuras de almacenamiento son esenciales para esta situación, pero igualmente importante es la gestión colectiva y responsable en el uso del agua a partir de las comunidades de usuarios y del entramado social y administrativo que trabaja por una gestión sostenible del recurso. En esa línea es en la que se debe seguir trabajando", apunta la CHE.