Biscarrués vivió este viernes una jornada de intensa carga simbólica y memoria histórica, con un acto en el que se rindió homenaje a José Rasal Río, vecino de la localidad que salvó la vida de dos prisioneras checas en el campo de concentración de Mauthausen. La ceremonia, enmarcada en el II Foro sobre Democracia y Totalitarismos, reunió a autoridades checas, estudiantes, familiares del homenajeado y numerosos vecinos en un emotivo encuentro.
La alcaldesa de Biscarrués, Lola Giménez, fue la encargada de abrir el acto, con la bienvenida a los asistentes y recordando el carácter luchador del municipio. Subrayó que Biscarrués sigue siendo un pueblo comprometido con sus raíces y con la justicia, como lo demostró al conseguir frenar el proyecto del pantano, una batalla que se suma a tantas otras protagonizadas por sus vecinos en momentos difíciles. “Nuestros antepasados ya demostraron su valor en tiempos oscuros, como los campos de concentración, donde fueron capaces de dar lo mejor de sí mismos”, destacó con emoción.

Tras la bienvenida, el profesor Jesús Inglada ofreció una conmovedora intervención centrada en la figura de José Rasal Río, nacido en Biscarrués en 1908. Rasal fue uno de los dos presos españoles que salvaron la vida a Helga Weissová (Praga, 1929) y a su madre en el campo de concentración de Mauthausen. Así lo ha relatado la propia Weissová, superviviente del Holocausto y autora del libro El diario de Helga: testimonio de una niña en un campo de concentración. Madre e hija sobrevivieron a un dramático periplo que las llevó por los campos de Terezín, Auschwitz-Birkenau, Freiberg y finalmente Mauthausen, donde gracias a la ayuda de Rasal y otro preso español, lograron sobrevivir.

El acto contó con la presencia de varias autoridades checas, un grupo de estudiantes procedentes de la República Checa y las sobrinas de José Rasal Río, visiblemente emocionadas por el homenaje a su tío. El pueblo de Biscarrués, fiel a su espíritu acogedor, respondió con una amplia asistencia vecinal. Tras la charla, todos los asistentes compartieron un pequeño picoteo, en un ambiente de cercanía y gratitud.
La visita de la delegación checa se enmarca dentro del II Foro sobre Democracia y Totalitarismos, celebrado esta semana en Huesca, una iniciativa que refuerza los lazos entre ambas naciones y reivindica la memoria histórica como base de una Europa más justa y solidaria.