El AVE Huesca-Madrid de esta mañana de domingo se ha averiado a apenas un kilómetro de su salida desde la Estación Intermodal después de su salida poco más allá de las ocho, y tras más de una hora de espera, los pasajeros han sido devueltos a la capital oscense para tomar un regional hasta Zaragoza desde donde son realojados en un AVE para llegar a Atocha. De momento, hora y media perdida ya cuando pasan las 9:35. Al final, en Zaragoza han estado con tres horas de retraso.
La sucesión de incidencias de la vetusta unidad asignada a Huesca para la Alta Velocidad directa a la capital de España empieza a resultar enojosa para los viajeros, y es que en la época de la movilidad los tiempos son auténtico oro. Sin ir más lejos, una usuaria expresa su indignación porque esta demora le hará perder con absoluta seguridad un avión para un viaje al extranjero, por lo que ha tenido que recurrir a su padre para que, una vez en Huesca, le guíe directamente a Barajas para llegar al vuelo.
Otra se pregunta si no hay mantenimiento de trenes en Huesca, ya que el tren ha recorrido un corto tramo entre la estación y los Juzgados. Los hay que aluden a "los bonos sanchistas gratis, "mientras los que pagamos los AVE carísimos de Huesca a Madrid sufrimos estos probemas".
Cada uno de los viajeros tiene su propia historia y no hay ni una sola que no denote incomodidad por este contratiempo. La solución ocasional de un convoy regional, más allá de que no es lo contratado, empieza a exigir respuestas cuando se producen tantas averías como consecuencia de la veteranía del ferrocarril. Llegar a Córdoba y Sevilla está muy bien, pero primero Renfe tiene que resolver un problema serio que deja a Huesca en el mapa de la Alta Velocidad... aunque menos.