El Ayuntamiento de Huesca ha adoptado nuevas medidas de reducir el consumo de agua en la ciudad y en los municipios incorporados, ante la prolongada ausencia de lluvias.
Desde el pasado 16 de agosto, el Ayuntamiento redujo el consumo de agua destinado a limpieza viaria y a riego, a lo que ahora y debido a la sequía se suman nuevas medidas para estas actividades y que afectan a fuentes ornamentales y de consumo.
El decreto que ha emitido el Ayuntamiento sigue el informe de los Servicios Generales municipales que plantean varias actuaciones preventivas para evitar la afección al suministro de agua de consumo humano.
Entre las medidas, se permite el riego, baldeo y limpieza de redes de saneamiento, tanto municipales como privadas, con carga en el pozo de la avenida Martínez de Velasco, dado que actualmente casi todas estas labores se hace con agua potable de la red de distribución (bocas de riego e hidrantes).
Se restringe en la ciudad y los municipios incorporados el riego a zonas imprescindibles.
Respecto a las fuentes, se lleva a cabo el cierre parcial de las de agua de consumo humano, en concreto todas las de chorro continuo y la mitad de fuentes de pulsador.
También se cierran y vacían las fuentes ornamentales con uso continuo del agua de red de distribución, como las de la plaza Lerida, la Moreneta y la de las Miguelas.
Se clausuran las bocas de carga en municipios incorporados y otros consumos no asociados al suministro de agua de consumo humano, al tiempo que se advierte de que el uso de hidrantes tanto en Huesca como en los municipios Incorporados es exclusivo del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos del Ayuntamiento de Huesca.
Se extienden las anteriores restricciones de uso del agua a los puntos de suministro tanto de agua bruta como tratada desde la red municipal a otros municipios.
El Ayuntamiento de Huesca ya redujo desde el pasado 16 de agosto el consumo de agua destinado a limpieza viaria y a riego, y el alcalde, Luis Felipe, emitió un bando en el que instaba a todos los oscenses a realizar un consumo responsable y moderado del agua potable.
Bajó un 50 % el consumo de agua destinado a limpieza viaria y un 25 % la cantidad utilizada en el riego por aspersión para el mantenimiento de parques y jardines.
Las restricciones iban acompañadas de medidas como no baldear las calles de la ciudad con el camión cuba o no llenar el estanque del solárium del parque Miguel Servet. El agua del riego por goteo ya estaba ajustada a los consumos mínimos.