El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola, se han reunido tras el nombramiento reciente del responsable de la cuenta y ha afirmado que históricamente ha ejercido la gestión del agua "eficiente y sensata". A punto del centenario, ya que se creó en 1926. "Fue el primer organismo en el mundo que se creó para tratar de una forma unitaria los problemas del agua".
Tras manifestar su orgullo por esta ejecutoria, ha aludido a los retos actuales en materia hídrica y particularmente el que sufren "los agricultores y ganaderos aragoneses con la sequía, que está impactando también gravemente en nuestra comunidad autónoma. Está haciendo no solamente que se pierdan puestos de trabajo en el sector agrario y que los precios de los alimentos que todos consumimos se estén incrementando. Hay datos que hemos ido repitiendo durante estos días pero que yo creo que son esclarecedores: el campo aragonés redujo el año pasado sus cosechas en torno a un 50 %, fruto de la falta de agua, y tuvo un impacto económico de 1.500 millones de euros que se dejaron de ganar porque no teníamos agua suficiente".
En este sentido, ha reiterado que "en Aragón no sobra agua" y, por tanto, "somos conscientes de que es necesario gestionar de forma eficaz el agua. Es necesaria para seguir creando miles de hectáreas de regadío que necesitamos en Aragón, y por eso es necesario que sigamos hablando de las obras hidráulicas pendientes en la comunidad". De ahí que hayan tratado con Arrazola sobre Almudévar, Mularroya, Santolea y Yesa. "Le hemos mostrado el apoyo del Gobierno de Aragón" a esas infraestructuras que "aunque con retraso están construyéndose para ponerse en marcha". Y también le ha explicitado que hay obras que se han paralizado "y que debieran volver a ponerse en el foco".
De ahí que haya asegurado que "vamos a apostar" por Biscarrués. "Es importante que Biscarrués, con mayor consenso, con mayor criterio técnico del que hubo en su momento, vuelva a ponerse en el mapa hidrológico del Plan de la Cuenca del Ebro, porque significará miles de hectáreas de regadío en la provincia de Huesca".
Ha recordado que el último plan impulsado por el Gobierno de Pedro Sánchez eliminó treinta embalses que "permitían almacenar más agua para los daños hidrológicos malos, sequías como las que estamos teniendo". Y ha abogado por mejoras tecnológicas para que "gestionemos de forma más eficaz el agua para que desperdiciemos los menores recursos hídricos posibles".
Ante el debate actual sobre la sequía y la noticia de que la ministra de Transición Ecológica se va a reunir con la Generalitat, ha pedido Azcón por carta a Teresa Ribera "una reunión urgente. Quiero que también escuche la voz de los aragoneses. Y quiero pedirle que no tome ninguna decisión que afecte a la cuenca del Ebro sin haber escuchado a los aragoneses". "Quiero contarle lo que está pasando con el agua en esta comunidad autónoma, lo que estamos contando permanente con datos: que en Aragón no sobra agua. Y que estaremos dispuestos a ayudar con las obras hidráulicas que se están haciendo para gestionar de forma más eficaz el agua que tenemos, en poder mejorar el Plan Hidrográfico de la Cuenca del Ebro que quedan unos años para que se pueda volver a abrir".
Las dos coyunturas, la de sequía y la políltica, "hacen que estemos extraordinariamente preocupados, porque estamos viendo y hemos visto cesiones que creíamos que era imposible que se produjeran. Nunca pensamos que el Partido Socialista que estaba diciendo las cosas que decía sobre la amnistía, pasadas las elecciones, iba a olvidarse de todo lo que dijo y a aconceder la amnistía exactamente igual que concedió los indultos. Por eso estamos preocupados, porque el Partido Socialista haya dicho una cosa sobre cómo se gestiona la sequía y el agua, mucho nos tememos que si los independentistasa catalanes ponen sobre la mesa un trasvase como un nuevo precio político, como un nuevo chantaje, el Gobierno de Pedro Sánchez va a pagar un nuevo precio político y eso es pasar por encima de Aragón y de los intereses de los aragoneses".
A partir de esta argumentación, Jorge Azcón ha manifestado rotundamente su posición "cristalina". "No al trasvase del Ebro, y ese no al trasvase del Ebro queremos que se escuche en las Cortes de Aragón como se escuchó ayer, pero también queremos que se nos escuche en el Ministerio de Transicióin Ecológica, y que se nos escuche en pie de igualdad. Lo que no puede ocurrir es que para gestionar el agua del Ebro, que es de todos, solamente se escuche a Cataluña y no se escuche a Aragón y a los aragoneses".