El Banco de Alimentos de Huesca ha iniciado la recogida en la capital oscense de donaciones destinadas a las zonas afectadas por la dana en Valencia, que se realiza a través de la nave del CRTI, en la calle Artes Gráficas, 1, con horario de 10 a 14.00 y de 17.00 a 19.00 y en la sede del Banco de Alimentos, de 9.30 a 13.00.
La Diputación Provincial de Huesca, el Ayuntamiento de la capital y el Banco de Alimentos mantuvieron una reunión el sábado para canalizar la ayuda. El Ayuntamiento de Huesca ha cedido al Banco de Alimentos las naves de CRTI, y la DPH está coordinando la recogida en la provincia, para que desde las diferentes localidades se acuda a los naves y locales habilitados por las Comarcas, donde se guardan los alimentos que se vayan recogiendo.
“Exclusivamente alimentos y productos de limpieza. No se recoge ropa ni utensilios como palas y fregonas”, ha especificado Luis Artero, vicepresidente del Banco de Alimentos de Huesca, en el inicio de la recogida en la ciudad. Asimismo, ha recomendado que los alimentos que aporte cada persona sean del mismo producto, dado que resulta más sencillo para los voluntarios que si son variados, lo que implica más trabajo para su clasificación.
Desde el Banco de Alimentos de Huesca se está en contacto con el de Valencia y la federación nacional para realizar la entrega conforme se vaya demandando. “Ahora está colapsado el Banco de Alimentos de Valencia, el campo de fútbol de Mestalla, que se habilitó para eso, e incluso la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Hay pueblos a los que todavía no pueden ir, y conforme se puede ir accediendo y se necesite, iremos enviaremos en camiones lo que se recoja en Huesca y en la provincia”, ha explicado Artero.
El Banco de Alimentos ya estaba solicitando voluntarios de cara a la Gran Recogida de los días 22 y 23 de noviembre, que ahora también necesitan para la esta campaña por la dana. De hecho, en la sede se ha pasado de la cifra habitual de cuatro voluntarios a ocho. “Estamos en la fase de logística”, ha señalado Artero.
Oscenses que han acudido a la sede del Banco de Alimentos de Huesca han destacado la importancia de ayudar ante “una desgracia muy fuerte y que va a traer muchas consecuencias. Ya estaba habiendo infecciones de piel y respiratorias”, ha apuntado una de las colaboradoras, que junto con su madre querían aportar su apoyo a Valencia.
El voluntario Paco Llinares ha recordado que desde el primer momento el Banco de Alimentos ha estado en contacto con Valencia para trasladar su disposición a colaborar en lo que se necesite. Para Llinares, es “admirable” la respuesta. “Mucha gente que está pasando por penurias y sin embargo nos llaman para dar lo que tiene en casa. Es una maravilla, no hay palabras para explicar cómo responde en todo momento el pueblo”, ha señalado.
Llaneras entró en el Banco de Alimentos de Huesca tras la pandemia, ya jubilado, al considerar que la mejor forma de distribuir su tiempo era “dedicarlo a un fin social. Como explica, para esta entidad “los tiempos siempre son duros. Pero en estos momentos en que se acrecienta la necesidad en una zona determinada, abundamos en nuestro esfuerzo para que sea lo más llevadero para toda la gente que lo está necesitando”, ha finalizado.