Beatriz Silvestre, madre soltera, autónoma en los sectores del arte y del turismo, afincada en la comarca de Sobrarbe, ha ganado la primera sentencia en Huesca que reconoce el derecho de una familia monoparental a percibir una prestación por nacimiento y cuidado de menor adicional de 10 semanas, que se añade a las 16 de cualquier progenitora. El Juzgado de lo Social ha estimado parcialmente la demanda formulada a través de la letrada Montse Ángulo, con apoyo de la Asociación Madres Solteras por Elección (MSPE), y ha concedido 10 de las 16 semanas solicitadas. Es la primera en nuestra provincia y se suma a diez sentencias favorables, y forma parte de una estrategia de dignificación de los derechos de estas familias, cuya especificidad no es reconocida ni protegida en el ordenamiento ni en la prestación de servicios públicos.
El juzgado hace prevalecer los derechos del menor, al entender que por el hecho de tratarse de una familia monoparental el niño no tiene que ver "mermado" el tiempo de cuidado que tiene garantizado por ley, señala la Asociación de Madres Solteras por Elección. Beatriz agradece la celeridad y sensibilidad con la que el titular del Juzgado oscense ha tramitado la demanda y ha dictado sentencia. Una vez presentada la demanda, el juicio se celebró a los 17 días, y tan sólo 5 después se comunicaba el fallo. De esta manera, puede disfrutar de las 26 semanas de baja de forma consecutiva cuando su hija más la necesita.
Se suma a más de una decena de sentencias favorables en Zaragoza y Teruel. Aunque puede ser recurrida, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón ya se pronunció anteriormente a favor de otras madres solas en la misma circunstancia, pero por el tiempo total que correspondería al segundo progenitor en una familia biparental, como solicitaba también en este caso la madre de Huesca. “Hasta la fecha se están ganando todas las sentencias en Aragón”, explica Natalia García, delegada de la Asociación en Aragón.
La Asociación de Madres Solteras por Elección en España se creó en 2007 y congrega a 3.000 personas asociadas que reivindican que las monoparentales queden protegidas en la Ley de Familias que se está tramitando por el Gobierno central, con medidas contundentes que hagan frente al riesgo de pobreza y a las desigualdades frente a las de dos progenitores. “Lo mismo que a las familias numerosas se les reconocen beneficios, nosotras también tenemos unas características específicas que queremos que se afronten desde el primer hijo”, insiste Natalia García.
Aragón es una comunidad pionera en España en la regulación de las familias monoparentales y el reconocimiento de derechos para sus hijos e hijas. La Administración autonómica ha regulado permisos adicionales para el funcionariado que sustenta estas familias, duplicando así la duración del permiso por nacimiento, acogida y adopción, y el de lactancia. Por otro lado, en 2019 la Asociación trabajó con el Gobierno de Aragón para crear el carné monoparental. “Pero es un carné sin contenido y es en lo que estamos trabajando”, explica Natalia García.
En el Proyecto de Ley de familias de Aragón, colabora con todo el arco parlamentario para trabajar medidas urgentes de conciliación y la equiparación real a las familias numerosas entre otras cosas.
En 2020 había un total de 1.944.800 hogares monoparentales en España (el 10,37% del total de hogares). El 54,3% de estos hogares se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión frente a un 27,8 % en el resto de familias y la población en general (Tasa Arope 2021, indicador europeo sobre riesgo de pobreza y exclusión).
SIN ESTIGMA PERO SIN EMPATÍA
Atrás quedan los años en los que ser madre soltera era un estigma. Y, sin embargo, en una atmósfera de cierta normalización aprecian estas familias la falta de empatía de las administraciones. Beatriz defiende que "hay que normalizar de una vez por toda esta situación. Nosotras -la mayoría somos mujeres- somos madres solteras por elección y, como una clase de familia de tantas que hay, necesitamos que se reconozcan nuestros derechos". Tiene una preciosa bebé, Ada (inspirada por Ada Lovelace, la considerada primera programadora y que era hija de Lord Byron), a la que se entrega en cuerpo y alma. "Somos el tipo de familia que hemos elegido, importante en estos tiempos en los que tanto se habla de los problemas de natalidad. Somos una clase de familia con sus cosas específicas. Un adulto que cría a su criatura en soledad, haciendo lo que en las biparentales realizan entre dos, distribuyéndose los tiempos y los esfuerzos".
"No hay una ley que nos respete. Somos familias monoparentales y sin embargo no tenemos ninguna ayuda". Beatriz sabía a lo que se enfrentaba. Integró la asociación de preside Miriam Tormo y su posición ha sido activista. "Me ha ayudado mucho para saber lo que te vas a encontrar. Queríamos establecer un pleito para que la baja sea tan digna como la de cualquier otra madre y cualquier otro padre de familias con dos progenitores. Mi hija tiene los mismos derechos y ha de tener los mismos cuidados que cualquier otra. yo soy autónoma rural, pluriamepleada, dedicada a las artes escénicas y guia turística oficial". Incluso es cuentacuentos. Pero el relato de hoy es reivindicativo. "Sólo tenemos en Aragón alguna ventaja en el IBI, pero tenemos el inconveniente en toda España de que no se contempla que somos una familia más, como lo son las numerosas que, sin embargo, tienen su fiscalidad propia y servicios sanitarios. Queremos tener la prestación de servicios adecuada. Nosotros no tenemos una familia numerosa, pero toda la carga del cuidado recae sobre una persona que ha escogido libremente esta forma de concebir la vida y la familia. Con todos los derechos".
Considera Beatriz que hay que seguir avanzando. De las 32 semanas posibles a razón de 16 de cada familia con dos progenitores, ha conseguido que se reconozcan 26, 10 adicionales a las 16 que iba a tener en principio. El objetivo, para futuras madres solteras, son abrazar esas seis restantes, que si consideramos que pueden ser las primeras marcan una diferencia que debiera actuar a su favor: mientras la madre se recupera físicamente del parto y el padre puede ayudar en el cuidado de la criatura, en el caso de las solteras ese esfuerzo cae sobre las fuerzas de la madre. "Necesitamos equiparación de derechos. En otros países como Suecia o el Reino Unido, hay una legislación sobre familias de madres solteras por elección. No todas las madres solteras tienen al lado a sus padres para que les echen una mano".
Pilar Ariza, responsable de Medios de Comunicación de la delegación aragonesa de la Asociación de Madres Solteras por Elección, está muy contenta por Beatriz y por las otras afortunadas con sentencias judiciales favorables en Aragón. Está, como Beatriz, expectante ante la ley de familias en ciernes. Hasta ahora, la legislación no les respeta, "no hay ninguna ayuda específica". El colectivo, dos millones de hogares monoparentales, bien merecería atención y regulación. Aunque sea por no incumplir, como se hace, la Convención de los Derechos de los Niños. Y por establecer ayudas complementarias. Y reconocer una igualdad de derechos. "No puede ser que haya un solo niño que no tenga las condiciones y las oportunidades de los demás por estar en un tipo de familia tan legítima como cualquier otro". La comparativa es demoledora: el 54,3 % de familias monoparentales en riesgo de pobreza o exclusión frente al 27 en el resto de la sociedad. La estadística y sus realidades dejan sin argumentos a la inacción.