Un cambiazo, una tienda, un bar, probablemente no te das cuenta hasta que descubres que el euro que te habían entregado tiene un escudo distinto, desconocido, y que aparece en la leyenda central "5 pesos dominicanos", y en el aro exterior "República Dominicana 2017".
El engañado, palabrita del Niño Jesús, es perspicaz, pero lo cierto es que le han dado metafóricamente gato por liebre, duros a ccuatro pesetas, y mira la profundidad de la repentina devaluación del euro debido y escatimado, seguramente de forma involuntaria. Comprueba en internet: "5 pesos dominicanos equivalen a 0,068 céntimos". O sea, ni llega a siete. Si lo transformamos en nuestras viejas rubias, apenas 11 pesetillas en lugar de las 166,386 que habría que juntar para un euro. Esto es, le han birlado 155 pelas, aunque a cambio puede presumir de tener divisa dominicana, que no se sabe si sirve mucho. Lo que sí hace es estar más alerta para evitar la reincidencia.
Hay que decir que, como a nuestra Guardia Civil y a nuestra Policía Nacional no se les escapa -casi- nada, ya están al tanto del auge en la circulación de las monedas falsas y particularmente al parecido asombroso de muchas extracomunitarias a nuestro euro, como ha advertido la Benemérita en sus redes sociales.
Quizás el exceso de confianza motiva que, habitualmente, no comprobemos con detenimiento las vueltas en los establecimientos comerciales u hosteleros, e incluso en alguna máquina de vending.

La "rentabilidad" para los estafadores consiste precisamente en aprovechar dos circunstancias: la apariencia muy similar y el valor enormemente inferior de las monedas que "nos cuelan".
En esta ocasión se alerta del uso de una moneda de 5 pesos dominicanos por una de 1 euro. En la cara de la moneda aparece el valor de 5 pesos acompañado de la frase 'República Dominicana'. En el dorso, habitualmente la efigie de un patricio dominicano. El caso es que lo fundamental es cerciorarse de los cambios, porque no conviene acumular depreciaciones.