Una cámara de fototrampeo instalada en el fondo del valle de Ordesa ha captado lo que desde el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido consideran “una imagen excepcional” y “de gran valor científico”.
Como explica, fue el pasado 2 de febrero de 2024, a las 2:27 horas cuando el sensor de la cámara registró la presencia de una cierva paseando por la pradera. “Estas imágenes representan el primer documento gráfico que confirma la existencia de ciervos en el valle de Ordesa”, remarca el Parque Nacional. Hasta ese día, sólo se contaba con algunas citas históricas de avistamientos de ciervos, documentadas por cazadores en el valle de Bujaruelo, “donde también se considera un animal muy raro”, apunta.
En 2022, el Equipo de Seguimiento Ecológico del Parque Nacional identificó algunos excrementos que levantaron sospechas sobre la presencia de ciervos en el valle de Ordesa. Por ello, a principios de 2024, se instalaron dos cámaras de fototrampeo en lugares cercanos a los rastros encontrados. Gracias a esta acción, se han logrado captar las imágenes de esta cierva.
