Mikel Carrera Sarobe "Ata" y Miren Itxaso Zaldua son juzgados desde este lunes en la Audiencia Nacional por el asesinato el 6 de mayo de 2001 de Manuel Giménez Abad, y lo hacen con una petición tanto de Fiscalía como de la acusación particular de treinta años de cárcel. El que fuera jefe de la banda terrorista ETA fue entregado recientemente por Francia (donde fue detenido en 2010 y cumplía cadena perpetua por varios atentados) a España para que fuera juzgado por este delito, que es uno de los 379 sin resolver de los perpetrados por los etarras.
El relato de la Fiscalía asegura que ambos decidieron dar muerte al que era presidente del PP de Aragón y que diseñaron escrupulosamente el plan que les condujo a Zaragoza, donde el 6 de mayo de 2001 cometieron el asesinato cuando Giménez Abad se dirigía a la Romareda para ver un partido del Zaragoza junto a su hijo Borja, que fue testigo del crimen. Carrera Sarobe, afirma Fiscalía, se aproximó por la espalda y disparó a bocajarro y reiteradamente a a la víctima. Ya en el suelo, volvió a tirotearle. Aunque Zaldua niega su participación en los hechos, distintos testigos la situaron en las proximidades del lugar del atentado y la identificaron como acompañante en la huida de "Ata".
Además de los 30 años, la acusación familiar reclama la prohibición de presencia a la ciudad de Zaragoza a menos de un kilómetro durante cinco años, y una indemnización a la viuda y cada uno de los cuatro hijos de Giménez Abad por 250.000 euros. Idéntica petición es la de la asociación Dignidad y Justicia que preside Daniel Portero.
Borja Giménez Larraz, en principio, comparecerá como testigo en la vista oral, y también tendrán la palabcra policías y guardias civiles que ejercerán como peritos.