La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha declarado este miércoles la “situación excepcional por sequía extraordinaria” en la unidad territorial de Gállego-Cinca.
Esta unidad se encuentra, señala la CHE, en situación de sequía prolongada y de emergencia por escasez desde mayo de 2023. Los embalses principales de esta unidad territorial: Lanuza, Búbal, La Sotonera, Mediano y El Grado se encuentran al 52 % de su capacidad, a 31 de mayo, con una reservas embalsadas en total de 576,2 hectómetros cúblicos. "Se trata del registro más bajo para esta fecha de la serie histórica desde 1980, solo comparable a los 597,1 hectómetros cúbicos de 2005, con una expectativa de dotaciones del 60 % respecto a la dotación tipo (reducción del 40 %)", explica la CHE.
Salvo que se alarguen las precipitaciones en junio, es previsible una evolución de los indicadores de sequía y escasez en la cuenca del Ebro hacia una situación de mayor estrés hídrico, por lo que es posible que, en función de los resultados del informe de indicadores de junio de 2023, se realice una nueva declaración.
En la actualidad, se encuentra en situación de emergencia, según los indicadores de sequía de la CHE, el 42 % de la Cuenca del Ebro, un total de seis unidades territoriales, y en situación de alerta otro 26 % de la cuenca, correspondiente a otras cinco unidades territoriales.
El 27 de abril de 2023 la Confederación Hidrográfica del Ebro declaró la unidad territorial correspondiente al Segre en situación excepcional por sequía extraordinaria, dado que se encontraba con un indicador de escasez en situación de “emergencia” y que, además, se constataba que existían motivos evidentes de que estaba sufriendo un problema severo de escasez. Esta resolución se aprobaba constatando la alta probabilidad en que la declaración debiera ampliarse a otras zonas en el futuro inmediato.
Confirmado el agravamiento de la situación con la publicación de los índices de sequía de 31 de mayo, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Dolores Pascual, firmó el 10 de mayo una nueva declaración de “situación excepcional por sequía extraordinaria” a las unidades territoriales de la Cabecera y eje del Ebro, Cuenca del Iregua, Bajo Ebro y Cuencas del Aragón y Arbas, dado que también se encontraban en situación de “emergencia” a partir del 31 de mayo, y sufriendo también problemas de escasez.
Esta segunda resolución también terminaba considerando previsible una evolución de los indicadores de sequía y escasez en la cuenca del Ebro hacia una situación de mayor estrés hídrico, y por tanto altamente probable que, en función de los resultados del informe de indicadores de mayo de 2023, se realizara una nueva declaración de “situación excepcional por sequía extraordinaria” en más unidades territoriales de la cuenca.
Es lo que ha ocurrido, señala la CHE. Las precipitaciones de mayo, aun significando un cierto alivio, han sido insuficientes para revertir la situación y la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro declaró en emergencia a 31 de mayo la unidad territorial Gállego-Cinca, en la que también son notorios los problemas de escasez, por lo que se considera necesario ampliar la declaración de “situación excepcional por sequía extraordinaria” también a esta zona.