Cuatro bloques de viviendas de la plaza de San Clara, números 2, 3 y 4, con 77 pisos ocupados y un número indeterminado personas, estimado en unas doscientas, han sido desalojados por riesgo de colapso de los edificios.
A la Plaza de Santa Clara han acudido desde el origen de la problemática la alcaldesa, Lorena Orduna, con gran parte del equipo de gobierno y posteriormente han llegado los concejales socialistas Salazar, Romance y Gerbás. Presencia también de la presidenta de la Asociación de Vecinos, Ana Lasierra, y la vocal Lourdes Plana.
El Ayuntamiento ha coordinado el desalojo con las comunidades de propietarios y un sistema ordenado para que los vecinos puedan retirar enseres básicos. A a la par, los servicios sociales y el área de Desarrollo han activado medidas de realojo provisional de aquellos vecinos que no tengan alternativa habitacional, mientras que el equipo de psicólogos del Ayuntamiento está atendiendo a personas que se encuentran en shock.
El Ayuntamiento ha activado el nivel 1 de emergencia y el CECOPAL (Centro de Coordinación Operativa Municipal) para coordinar estas tareas, por lo que va a instalar un puesto de mando avanzado en la misma plaza de Santa Clara para coordinar el proceso y atender a los vecinos.
El problema radica en la pérdida de estabilidad de los pilares que sustentan la estructura, por un proceso de carbonatación de la armadura del hormigón que provoca que trabajen en situación de debilidad respecto al peso soplortado.
Los edificios datan de los años 1964 y 65 y pasaron la correspondiente Inspección Técnica de Edificios hace nueve años. El problema se ha detectado de manera reciente a raíz de unos trabajos en un local de la planta baja del número 4, un informe después de un análisis por parte del arquitecto privado contratado por la comunidad que explicitó la vulnerabilidad de los pilares.
Los técnicos han determinado que la mayoría de los pilares de la planta baja están afectados. Los servicios de Urbanismo del Ayuntamiento y de Secretaría han procedido al proceso administrativo que ordena el desalojo a partir del informe del arquitecto de la propiedad.
La Policía Local, junto con los servicios sociales, se encargarán de comunicar el desalojo de manera formal, y en la zona también está desplegado un importante contingente de bomberos. Los vecinos ya han sido informados por sus comunidades de vecinos.