La plaza de los Urreas by Pilar Sancerni, si se me permite la expresión, está resucitando para la causa de la Huesca histórica, presente y futura. David Gatta interpretando con su aerografía la figura de la soprano Elvira Hidalgo y el proyecto de jardín vertical abierto a la participación de todos constituyen el complemento perfecto para una restauración con aroma italiano y cultural, un escenario para los placeres sencillos -pero distinguidos- bajo el sello Alambique y un ecosistema idóneo para la relajación.
David Gatta, el barbastrense que ha saltado a la fama por sus hercúleos murales en Fraga, en Barbastro, en Fonz o en Salas Bajas, ha pintado una pieza pequeña para sus hábitos, inspirado por la propia promotora, Pilar Sancerni, que le sugirió la figura de Elvira Hidalgo. Una obra "pintada con mucho amor, como todas. Es pequeña en dimensión, pero no como obra". Cuando el autor planifica, se documenta. "Tengo memoria de pez y, por eso, me empapo de lo que pinto. Estudio el personaje, en este caso Elvira Hidalgo, una soprano aragonesa con un gran prestigio mundial. Luego escojo el color, que sume, y elijo un soporte dibón, un sandwich de PVC y aluminio, de tamaño de 1,50 por 2,10 que va atornillado a la pared. Pilar lo está decorando con plantas artificiales para dar más armonía y el resultado es de una gran belleza".
En previsión de la dificultad de protección en una zona aledaña a la del ocio nocturno, David Gatta lo barniza para establecer un sistema antigrafiti, una capa de poliuretano frente a las agresiones. En todo caso, el artista relativiza los riesgos, consciente de que todo tiene solución.
David Gatta ha pasado un año complicado por una circunstancia familiar, y sin embargo ha completado algunas obras sobresalientes en Fonz, en Estadilla y en Tierz. En la monumentalidad de sus aerografías, sigue estando en cabeza el mural de Fraga de 25 metros de altura, que representa a un niño de diez metros de envergadura cuya ensoñación le identifica con San Jorge, composición con la que colaboró David Samper. En la retina de todos está en Barbastro el de Los Misioneros que es un homenaje a Murillo y su Mujer en la Ventana, así como los libros de la UNED o el exquisito Beso del hortelano.
Empezó siendo pintor de coches, pero una enfermedad le apartó de la pintura y se convirtió en alicatador. "A los treinta años, te das cuenta de que tienes un hobby y quieres seguirlo. Me hice rotulista. Empecé a maquetar por ordenador y usar programas, y me incliné por la aerografía. Dani Gracia me encargó una pintura mural para Salas Bajas, y a la vez me dediqué a la fotografía para hacer trabajos en casa, con mi mujer, Eva Zamora". David alude a un propósito en el origen de cada proyecto. "Siempre siembras con amor. Me he ido moviendo en niveles. Primero fotos de tapas, luego pintura en cascos, o en Motos Harley, carrocerías, camiones... Eliges el estilo de trabajo, grande o pequeño. A veces es realista, a veces ilustración. Y es muy importante el color, como en esta obra de Elvira Hidalgo".
PILAR SANCERNI Y SU ALAMBIQUE
Pilar Sancerni aúna coraje, tenacidad y un gusto exquisito, atributos que ha exhibido en toda su trayectoria profesional. Apasionada de la hostelería y de esta ciudad, enamorada del arte, quiere convertir este rincón en un ejemplo de recuperación de un espacio en el Casco Antiguo. En la plaza de los Urreas, esa familia infanzona documentada ya desde el siglo II, con Ramiro II cuando ya irrumpe la mención de Ruy Pérez de Urrea. Pedro de Urrea, obispo de Huesca ocho años de 1328 a 1336, y el Conde de Aranda formaron parte del linaje que libró sangrientos enfrentamientos con los Urriés en los siglos XVI y XVII.
Su sueño como emprendedora es el pequeño local y ese exterior que es algo más, mucho más, que una terraza. Abrirá, tras un suplicio burocrático, el 4 de agosto, con una oferta contenida: pizzas, lasañas vegetales y de carne aptas para celíacos, canelones de carne y pato y foie, y, una vez pasado San Lorenzo y ya rodado el restaurante, rissottos dentro de un gran queso Grana Padano, una de sus especialidades de siempre. Todo en terraza y para llevar (pudiéndolo decir en español, ¿para qué ser tan petulante de decir "take away"?).
Desea transformar la plaza con una armonía muy artística: pintura y arte floral. Un jardín vertical es el proyecto, en el que cualquier ciudadano puede llevar su maceta con su nombre ("y, si no, se lo ponemos nosotros") para poner una pica personal en el proyecto verde. "En los jardines verticales, la temperatura baja dos grados". Y, de paso, cuenta con un artista al que descubrió hace años a través de un aerógrafo en un capó y por el que siente fascinación, David Gatta, y rinde tributo a Elvira Hidalgo. "Fue la Rosina de la Ópera El Barbero de Sevilla de Rossini durante años en Milán, y era de Valderrobres. Abrió caminos a la mujer, era aragonesa y ha sido una referencia mundial". Este proyecto suena con voz de virtud.