Elena Villagrasa Ferrer, directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ha fallecido de manera repentina, dejando una profunda huella en el ámbito de la conservación. La geóloga, de 60 años y nacida en Bujaraloz, llevaba seis años al cargo de este espacio protegido y fue la primera mujer en ocupar este puesto.
Desde el Parque Nacional de Ordesa se ha comunicado "con profunda tristeza" el fallecimiento repentino de Elena Villagrasa Ferrer, ocurrido este pasado viernes en Escalona, y han transmitido su más sincero pésame a su familia y seres queridos.
"Elena deja un vacío inmenso en nuestro Parque Nacional, al que dedicó gran parte de sus años de trabajo, esfuerzo y pasión. También en su querido Bujaraloz, que en 2024 la homenajeó nombrándola pregonera de honor en sus fiestas patronales", recuerdan.
"Elena, el equipo de compañeros y amigos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido te damos las gracias por todos los momentos que hemos vivido y compartido junto a ti -trasladan desde el parque-. Gracias por trasmitirnos tu pasión, compromiso y admiración por estas montañas y valles pirenaicas, que tanto has amado y defendido. Puedes estar segura de que seguiremos tu ejemplo, para que este Parque Nacional continúe siendo un espacio protector, de encuentro y de unión".
El Gobierno de Aragón, por su parte, ha lamentado profundamente el fallecimiento de Elena Villagrasa y traslada sus condolencias a su familia, amigos y compañeros. "Su compromiso con la conservación del Pirineo y su dedicación ejemplar al servicio público dejan una huella imborrable en uno de los espacios naturales más emblemáticos de Aragón y de España", ha señalado el Ejecutivo en un comunicado.
Licenciada en Geología por la Universidad de Zaragoza, Elena Villagrasa inició su carrera en el Ministerio de Medio Ambiente tras aprobar las oposiciones en 2001 y, apenas un año después, comenzó a trabajar en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido como jefa de equipo de conservación.
A lo largo de su trayectoria desarrolló estudios sobre especies emblemáticas del Pirineo, como el lagópodo alpino o el mochuelo boreal, y participó activamente en la divulgación y en las celebraciones del centenario del Parque Nacional en 2018, coordinando también la publicación del Cuaderno de campo del centenario.
En 2020 fue nombrada directora del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, convirtiéndose en la primera mujer en asumir este cargo. Bajo su responsabilidad impulsó proyectos clave, como la ordenación de pastos para garantizar la ganadería extensiva, así como numerosos estudios científicos centrados en el cambio climático, en colaboración con universidades y centros de investigación de referencia.
Su repentina pérdida deja un vacío en el mundo de la conservación, donde es recordada por su compromiso, su conocimiento y su empeño en proteger uno de los espacios naturales más valiosos del Pirineo.