Familias de la Escuela Infantil Nuestra Señora de San Lorenzo se han concentrado este jueves ante el Servicio Provincial de Educación para reclamar que las bajas y vacantes del centro “se cubran con celeridad”.
Carchenilla ha recordado que la escuela “lleva desde el principio de curso” con carencias esenciales y que la baja de la conserje “no se había cubierto”. Este jueves, las familias han recibido la confirmación de que una nueva conserje ha empezado hoy, algo que consideran un avance pero no una solución al problema de fondo: la lentitud en las sustituciones.
En cuanto a la limpieza, la portavoz ha explicado que “el personal de limpieza no se había cubierto”, una ausencia especialmente preocupante, ha dicho, porque “hay que limpiar todos los días desde que se entra hasta que se sale”. Educación les ha trasladado que la trabajadora se incorporará el 1 de diciembre.
La situación del servicio de cocina también ha centrado la protesta. Carchenilla ha señalado que la plantilla actual se ve obligada a cubrir descansos y bajas sin refuerzos, y que la solución planteada por Educación -la contratación puntual de catering- no es adecuada, porque “los caterings no cumplen las necesidades nutricionales de los bebés”.

Durante semanas, la falta de personal ha obligado a la dirección y a los técnicos a asumir tareas que no les corresponden. La portavoz ha detallado que, ante la ausencia de conserje, el equipo debía encargarse “de abrir y cerrar la puerta” o de “ayudar en cocina para que lleven los platos a los niños”. Una carga añadida que, según dice, termina afectando a los más pequeños, que “no están cubriéndose del todo” en sus necesidades diarias.
Lo sucedido este jueves obedece a una problemática que, según denunciaron con anterioridad, se repite curso tras curso. En septiembre y octubre enviaron dos escritos al Servicio Provincial alertando de estas carencias y de la falta de información sobre las contrataciones.
También recuerdan episodios similares: bajas docentes que tardaron semanas en cubrirse y la necesidad de recurrir a servicios externos de cocina en cursos anteriores, con un coste cercano a 3.000 euros para apenas dos días.
La AFA insiste en que su único objetivo es asegurar que la escuela funciona con normalidad y que los 84 niños matriculados reciben la atención adecuada. Por ello, han vuelto a pedir que, ante cualquier baja, “las listas corran y sea fácil” sustituir a la persona afectada, porque “si no, los que sufren son el equipo de trabajo y nuestros niños”.