Explotaciones ganaderas de Ribagorza se ven beneficiadas del nuevo servicio de recogida de plásticos agrícolas puesto en marcha por la Comarca de La Ribagorza. El apoyo a un sector troncal y tradicional en la economía familiar de este territorio y el interés transversal por ampliar la gestión de residuos han impulsado un proyecto medioambiental que comprende el traslado de estos materiales desde las mismas granjas hasta los centros de tratamiento autorizados.
La apuesta por contribuir “recogiendo estos envases y plásticos agrícolas enfoca el compromiso de Comarca de La Ribagorza con nuestras familias de ganaderos, cuya actividad es parte de la identidad de esta tierra”, indica Marcel Iglesias, presidente comarcal, añadiendo que “estamos muy contentos con la respuesta recibida y esperamos que este programa vaya ampliándose para llegar progresivamente a más explotaciones en los distintos valles que conforman Ribagorza”.
Este servicio supone un beneficio global para toda la sociedad en el empeño de la institución “en reducir la fracción resto y aumentar nuestra capacidad para gestionar todo tipo de residuos y, de esta manera, acometer esta secuencia de limpieza directamente desde las mismas explotaciones, simplificando la tarea que para cumplir con este cometido afrontan nuestros ganaderos”, añadió Isaac Sanromá, consejero de Medio Ambiente de la Comarca de La Ribagorza.
Esta campaña constó de una primera fase de información de la apertura de esta posibilidad de traslado a los ganaderos cuyas explotaciones están afincadas en Ribagorza y que han realizado el acopio y almacenaje de estos desechos en bolsas de gran tamaño dentro de las condiciones demandadas por la normativa vigente. En este sentido, se ha establecido una serie de residuos aceptados: plásticos flexibles y rígidos y envases, cartón y papel que no han contenido tóxicos o contaminantes, así como alambres metálicos de empacar y catéteres de inseminación, en ambos casos, separados del resto de materiales. Ha quedado, por lo tanto, excluidos de este contenido, por necesitar un tratamiento especial o no ser reciclables: aerosoles, envases contaminados, cristal o vidrio, utensilios utilizados en operaciones de limpieza, tierra, vegetales, paja y resto de residuos orgánicos.