El general José Manuel Vivas Urieta, jaqués nacido en 1964, ha tomado posesión como jefe de la División Castillejos en un sobrio acto presidido por el teniente general Carlos Melero, jefe de la Fuerza Terrestre, en el Patio de Armas del acuartelamiento Sancho Ramírez, en el que el ceremonial propio de la asunción de la nueva responsabilidad ha sido acompañado por un discurso en el que ha expresado su compromiso desde su nuevo cargo con España y con los 20.000 miembros que integran todas las unidades. Ha recibido el mando de la División del general de brigada Javier Mur Lalaguna , quien lo desempeñaba con carácter interino tras el ascenso a teniente general y la designación como jefe de la Fuerza Terrestre del general Melero.
En el acto, han estado presentes autoridades como el alcalde de la ciudad, Luis Felipe, la subdelegada del Gobierno, Silvia Salazar, el presidente de la Diputación, Miguel Gracia, y representación del Justiciazgo.
El acto ha comenzado con la parada y la incorporación del banderín que posteriormente ha dado, tras la llamada, lugar a la Compañía de Honores. El Himno Nacional ha dado paso a la llegada de la Bandera que ha precidido a la llegada de la autoridad: el teniente general Melero y el general Vivas Urieta. Tras las Novedades y la revista a la Fuerza, el teniente general ha saludado a las autoridades e invitados y se ha producido la toma de mando del nuevo jefe, que ha pronunciado una breve y sencilla alocución cargada de amor hacia el ejército, hacia los 20.000 integrantes de la División, hacia los ciudadanos y hacia España.
El acto de homenaje a los caídos por España y el desfile en la Explanada de Formación han sido el preludio del final del acto militar.
"LA MAYOR POTENCIA DE COMBATE"
El general Vivas ha considerado "un honor, un privilegio y un gran reto" porque esta División tiene "la mayor potencia de combate de todo el Ejército Español, y posee un Cuartel General desplegable, capacitado para planear y conducir operaciones de alta intensidad.
Gran reto porque el Teniente General Melero me ha puesto el listón muy, muy alto, con todos los avances y logros que se han alcanzado en los últimos dos años. Conviene destacar, entre esos logros, el conseguir la plena identificación e integración de la División en su nuevo acuartelamiento, estableciendo fluidas relaciones, tanto con las instituciones públicas locales, provinciales y regionales, así como con entidades y organismos privados. Impulsó también la certificación del Cuartel General en el Ejercicio Toro 21, alcanzando la capacidad operativa plena. No olvidemos la brillante celebración del Día de las Fuerzas Armadas el año pasado en Huesca, motivo de orgullo, que puso de manifiesto la buena sintonía de la ciudad con las Fuerzas Armadas en general y con la División en particular".
El nuevo jefe de la División Castillejos ha explicitado la combinación entre profesional y sentimental de su nuevo cargo. "Es también una gran satisfacción personal, pues me permite servir al Ejército y a España en Aragón, mi tierra natal. Aquí en la provincia de Huesca están mis raíces, en Jaca y en el Valle de Tena, y me encuentro muy feliz de volver a mi tierra".
"Estad muy orgullosos de pertenecer a esta División, al igual que yo. Pero no olvidéis que este sentimiento de orgullo debe estar acompañado de compromiso, responsabilidad y búsqueda de la excelencia. Y debemos ser excelentes en el combate. Esa es nuestra razón de ser"
Pero ha dejado un espacio para quienes van a ser sus compañeros en esta singladura, los 20.000 hombres y mujeres de la División. "Estad muy orgullosos de pertenecer a esta División, al igual que lo estoy yo. Pero no olvidéis que este sentimiento de orgullo debe estar acompañado de compromiso, responsabilidad y búsqueda de la excelencia. Y debemos ser excelentes en el combate. No lo olvidemos. Esa es nuestra razón de ser. Prepararnos para combatir. Debemos ser capaces de preparar eficientemente nuestras unidades, y generar con ellas las fuerzas requeridas, que sean capaces de integrarse en estructuras operativas conjuntas y combinadas en su caso. La preparación para el combate requiere una sólida formación técnica en el manejo y cuidado de los sofisticados sistemas de armas con los que está dotada la División. Por ello os exigiré el mayor celo en la instrucción y adiestramiento, así como en las tareas de mantenimiento de los materiales. Hay otra faceta fundamental para ser excelentes en el combate, y quizás más importante que las mencionadas anteriormente: los valores. Una unidad militar no puede considerarse tal, si sus miembros no cultivan el espíritu de servicio, el compañerismo, la disciplina, la lealtad o el valor. Pido a los Jefes de las Unidades de la División, aquí presentes, que continúen en esa línea de excelencia en todos los aspectos mencionados, velando por la preparación técnica y táctica, y cultivando los valores propios de nuestra Institución. Siendo también especialmente escrupulosos con las formas externas de disciplina".
Ha proseguido con una prospección de futuro. "Tenemos por delante nuevos desafíos para la División: importantes ejercicios multinacionales, generación y adiestramiento de estructuras operativas para las diferentes operaciones en el exterior, mejorar el nivel alcanzado en algunas capacidades importantes, como es el caso del targeting, gestión del espacio aéreo o ciberdefensa. También me gustaría mantener el impulso dado por el general Melero a la cobertura de la plantilla de la Unidad, a la de la División en general, pero especialmente a la de las unidades ubicadas en Huesca. Trataré que lleguen a buen fin todos estos retos, sirviendo junto a vosotros. La cohesión de la División será una de mis principales preocupaciones. Pido a mi Cuartel General que me asesore y apoye en los cometidos que el Mando me asigna, fundamentalmente dirigir la preparación de las Unidades de la División, adiestrar y generar estructuras operativas, coordinar los apoyos mutuos requeridos y la búsqueda de soluciones a los problemas que se planteen".
"Como aragonés que soy, me encomiendo a la Virgen del Pilar y a San Lorenzo para que me ayuden a mandar bien esta gran unidad y que nos auxilien a todos en los nuevos retos que tenemos por delante"
Con estos postulados, compromete valores que son intrínsecos al espíritu militar. "Asumo este mando con mucha ilusión y con ganas de servir. Quiero que sepáis que, desde este momento vuestras preocupaciones y problemas pasan a ser también los míos. Os apoyaré con todas mis fuerzas constancia, lealtad y compromiso. A cambio, espero y deseo contar también con vuestra lealtad, implicación, motivación e ilusión. Deseo un sano espíritu de cuerpo en la División, que todos vayamos a servir cada día con alegría, contentos, sabiendo que el compañerismo y la cohesión de la Unidad nos hace invencibles. Mi General, quiero que sepas que cuentas con mi absoluta lealtad, disponibilidad y esfuerzo para llevar a las Unidades de la División a las más altas cotas de eficacia en el combate, y poder ser digno de la confianza depositada por el Mando en mi persona. Como aragonés que soy, me encomiendo a la Virgen del Pilar y a San Lorenzo para que me ayuden a mandar bien esta gran Unidad y que nos auxilien a todos en los nuevos retos que tenemos por delante".
UNA TRAYECTORIA INTENSA
El General de División José Manuel Vivas Urieta, jaqués de 1964, ingresó en la Academia General Militar en 1982 y obtuvo el despacho de teniente en 1984. Ocupó destinos en Unidades de Montaña y en Centros de Enseñanza relacionadas con su hábitat natal. Diplomado en Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, rigió el Mando Regional Pirenaico, la Fuerza Logística Terrestre, la Subinspección General Pirenaica, la Academia de Logística del Ejército y Sección de Logística del Ejército de Tierra y del Estado Mayor de la Unidad Militar de Emergencia, donde también ostentó el mando del BIEM IV y del Estado Mayor. Fue adjunto para Operaciones al Jefe de Estado Mayor del Mando de Operaciones. A continuación, director de la Dirección Integración de Funciones Logísticas del Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra en el Cuartel Genereal en Madrid.
Ha participado en misiones de Naciones Unidas en Sarajevo, en la Campaña Antártica, en la República Democrática del Congo y en Mali.
Sus cursos militares son abundantes: Carros de Combate, Mando de Tropas de Montaña, Guerra Invernal (lo recibió en Noruega), Mando de Unidades Paracaidistas, Mando de Unidades de Operaciones Especiales, Aptitud Pedagógica, Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Logística en Turquía y Observadores en Misiones de Paz. Ha logrado titulaciones civiles como el Master en Protección Civil y Emergencias.
DIVISIÓN CASTILLEJOS
La historia de la unidad se remonta a enero de 1992 cuando se creó la Fuerza de Acción Rápida por la necesidad del Gobierno de tener un instrumento ágil y flexible para responder a situaciones de conflicto y encauzar la participación española en las misiones de mantenimiento de la paz y de ayuda humanitaria. Dos años después, incorporó la Brigada Paracaidista, Aerotransportable y de la Legión. En 1997, se atribuyó a la OTAN para erigir la División de Reacción Rápida como punta de lanza del Cuerpo de Reacción del Mando Aliado en Europa. Ha tenido dos denominaciones, Mando de Fuerzas Ligeras y División Castillejos, bajo cuyo nombre varió totalmente la estructura coincidiendo con la nueva organización del Ejército.
Con la vista puesta en el horizonte 2035, ha integrado las Brigadas de Combate: Aragón I en Zaragoza, Rey Alfonso XIII de la Legión en Almería, Galicia VII de Pontevedra, Guzmán el Bueno X de Córdoba, Extremadura de Badajoz y Guadarrama de Madrid. Esta etapa ha coincidido con el traslado del Cuartel General de la División del Acuartelamiento Teniente Muñoz Castellanos (que por cierto da nombre al Patio de Armas de Huesca) al Sancho Ramírez, con las dificultades propias del traslado y las añadidas de la pandemia.. En la primera fase, se trasladaron en el primer semestre de 2020 el Cuartel General y el Batallón de Cuartel General de la División, mientras en el segundo se transfirió el Batallón de Transmisiones. Desde diciembre, todas las unidades están asentadas en Huesca. Fue extraordinariamente activa en la operación Balmis de desinfección de locales, instalaciones y vías públicas, patrullas de vigilancia y reconocimiento para control del cumplimiento de las restricciones.
Desde octubre de 2020, como mando operativo de la operación Baluarte, dependiente del Mando Componente Terrestre de la Operación de la Fuerza Terrestre, supervisó las misiones de rastreo y vigilancia epidemiológica en Galicia, Asturias, Navarra, Aragón y Castilla La Mancha. También fue decisiva en la Operación Tormentas Invernales 2021 en Madrid, Guadalajara y Toledo como mando responsable de la coordinación.
El 2 de enero de este año, el Regimiento de Caballería España 11 ha pasado a depender orgánicamente de la División Castillejos.