La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) iniciará en los próximos días los trabajos en el desagüe de fondo del embalse de El Grado, una vez finalizada la campaña de riego y con la posibilidad de bajar la cota del embalse. Está previsto que los buzos realicen en la presa una intervención delicada y fundamental que consiste en colocar unos escudos que permitirán trabajar posteriormente, sin agua, en la sustitución y reparación de las compuertas del desagüe de fondo. Este elemento se utiliza principalmente para laminar las avenidas en el río Cinca de forma más eficiente.
La CHE, organismo autónomo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, detectó en 2016 un problema técnico en las compuertas del desagüe de fondo de El Grado. Esa circunstancia obligó a ejecutar una obra en el túnel izquierdo del desagüe, con el fin de garantizar su correcto funcionamiento. Los mismos trabajos deben acometerse ahora en el túnel derecho, para cumplir con la normativa vigente de seguridad de presas.
En otoño de 2024 se adjudicaron las obras para poner en correcto funcionamiento este túnel, con una inversión de 4,8 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de 18 meses. Sin embargo, las sucesivas crecidas del Cinca durante el otoño e invierno de 2024 y los primeros meses de 2025 obligaron al sistema El Grado-Mediano a laminar avenidas, lo que impidió el inicio de los trabajos. En primavera y verano tampoco pudo acometerse la obra, debido a la campaña de riego, cuando los usuarios requieren de toda el agua disponible en el sistema.
Esta actuación es necesaria para cumplir con las Normas Técnicas de Seguridad de Presas y Embalses, publicadas en 2021. Además, una normativa reciente sobre la seguridad de los buceadores limita la profundidad de las intervenciones a 50 metros. Está previsto que los buzos desarrollen su labor durante unas cuatro o cinco semanas, colocando los escudos que permitirán realizar posteriormente las tareas de sustitución y reparación de las compuertas sin presencia de agua.
Para minimizar la suelta de agua, será preciso bajar la cota del embalse. Por ello, la CHE, en coordinación con la Comunidad General de Regantes Riegos del Alto Aragón, ha establecido un plan que consiste en mantener el nivel de Mediano -aguas arriba de El Grado-, elevándolo en función de los caudales que lleguen del Cinca, ahora que ha concluido la campaña de riego. Asimismo, se garantizarán los abastecimientos dependientes del sistema mediante el llenado de las balsas internas de regulación y de los canales de El Cinca y Monegros.
Una vez finalizadas las cuatro o cinco semanas de trabajo bajo el agua, se procederá a volver a llenar el embalse de El Grado, tanto con las previsibles lluvias como con las reservas de Mediano. Desde la CHE se confía en que, con el inicio del nuevo año hidrológico, las precipitaciones contribuyan a recuperar los niveles de ambos embalses y que el consumo del sistema, estimado anualmente en unos 900 hectómetros cúbicos, se vea lo menos afectado posible por los vertidos iniciales derivados de la bajada de El Grado entre octubre y noviembre de 2025.
Esta actuación se enmarca en el eje 5 de la estrategia Ebro Sostenible, dedicada a la “garantía de los suministros esenciales”. Los otros cuatro ejes de la estrategia son: “mejora del conocimiento”, “mejora general de la gestión”, “alcanzar el buen estado de las masas de agua” y “renovación de la dinámica fluvial”.