Desde la ronda de Montearagón hasta el desvío a la autovía, los atascos en la salida de Huesca y en la N-240 han sido esta mañana de jueves de muchísimo tiempo, entre media y una hora, según aseguran los pacientes conductores. Quienes conocían atajos, se han vuelto y han optado por caminos secundarios ante la dificultad de avanzar.
Conductores aprovechaban para hacer fotografías. La complejidad de salvar las rotondas es tremenda porque las turbinas del transporte especial es tal que toda la maniobrabilidad queda comprometida y tarda una eternidad. En la práctica, es como si la carretera hacia Barbastro estuviera cortada.
Tal y como indicó EL DIARIO DE HUESCA recientemente, este tipo de molestias se prolongará durante más de un mes por la necesidad de transportar piezas de gran tamaño con destino a un parque eólico. El servicio de seguridad contratado por la propia empresa transportista es complementado por la Guardia Civil para que las afecciones sean las mínimas posibles, aunque a lo largo de las propias semanas habrá momentos en las que se repetirán.