Un guardia civil de Fraga fuera de servicio protagonizó el 4 de marzo una detención singular que evitó que un conductor ebrio que circulaba a una velocidad anormalmente lenta por el carril izquierdo de la autovía en Alpicat ocasionara algún daño y que posteriormente se escapara, hasta que una dotación de los Mossos d'Esquadra llegó hasta el lugar de los hechos.
Sobre las 06’20 horas del pasado 4 de marzo a la altura del kilómetro 455 de la autovía A-2 dirección Barcelona y en término municipal de Alpicat (Lérida), un Guardia destinado en el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Fraga Civil, que regresaba a su domicilio con su vehículo particular, observó un coche que le precedía y circulaba por el carril izquierdo de la vía a una velocidad anormalmente reducida, que oscilaba entre los 30 y 40 kilómetros/hora, además realizaba movimientos en zigzag e invadía reiteradamente ambos carriles de circulación, poniendo en peligro al resto de usuarios de la vía que trataban de adelantarlo.
El agente, al intentar adelantarlo por el carril izquierdo, tuvo que desistir en la maniobra frenar bruscamente y desplazarse hacia el arcén izquierdo para evitar una colisión. Tras este primer amago de colisión consiguió adelantarle y colocarse en una posición avanzada y comunicar los hechos al 112, requiriendo presencia policial ante la gravedad de los hechos para los usuarios de esa vía.
"El guardia civil tardó en adelantarle porque el conductor iba de lado a lado. Tras pararle, intentó reiniciar la marcha pero el agente le detuvo rápidamente"
Llegando al kilómetro 458, el conductor tomó la salida por el ramal para incorporarse a la autovía A-22 sentido Huesca, motivo por el cual el agente inició su seguimiento circulando tras él e intentando realizar advertencias al resto de conductores con el uso de las luces de emergencia, de ráfagas de luz y con toques de claxon reiterados. Así consiguió que el vehículo se detuviese a la altura del kilómetro 1 de la A-22 en término municipal de Alpicat (Lleida).
Una vez paró su vehículo, el guardia, que portaba su uniforme oficial, se dirigió hasta el otro turismo y al llegar a la posición del conductor pudo observar que evidenciaba signos de embriaguez, por lo que le ordenó que se apease del vehículo. En ese momento el conductor intentó reiniciar la marcha por lo que el Guardia Civil en una rápida maniobra lo impidió y sacó al conductor del turismo, ante lo que ofreció resistencia activa, pero el agente logró inmovilizarlo en el arcén hasta la llegada de los Mossos d’Esquadra, que llegaron rápidamente y procedieron a hacerse cargo del hombre y de su vehículo.
El conductor, un varón de 51 años vecino de la Comarca del Segriá, fue investigado como supuesto autor de un delito contra la seguridad vial por negarse a realizar la prueba de alcoholemia, Mossos d’Esquadra instruyeron las correspondientes diligencias que fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de Guardia, tras lo cual quedó el investigado en libertad con la obligación de personarse ante la Autoridad Judicial en el momento que sea requerido para ello.