La asociación Guarguera Viva ha retomado la fiesta del valle en Gésera, una animada jornada de convivencia que se ha iniciado con la asamblea general de la entidad, en la que se ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de apoyo institucional para que “el mundo rural no muera”. Apunta que el valle puede ser “experiencia piloto” que sirva a otras zonas para mantenerse.
Paco Santolaria, presidente de Guarguera Viva, ha explicado que la asamblea ha abordado diversos temas que se concretarán en una propuesta que quieren presentar al Gobierno de Aragón.
Uno de los temas se refiere a la carretera del Guarga, la A-1604, que conecta el Alto Gállego y el Sobrarbe. “Ya se ha aprobado la actuación en una primera fase de 12 kilómetros -recuerda Santolaria-, pero son 50 y queremos que se lleve a cabo el asfaltado completo, una actuación que quedaría para una generación. Si las carreteras secundarias se olvidan, da pena circular por ellas y es muy costoso bachearlas”, apunta.
A ello une la petición del arreglo y mantenimiento de los accesos a las distintas poblaciones.
Paco Santolaria también se refiere al cuidado del medioambiente y la necesidad de realizar trabajos en el bosque y limpiar caminos “para la promoción turística de senderos”.
Otra reclamación que se recogió en la asamblea de Guarguera Viva es seguir mejorando el acceso a telefonía e internet, “algo imprescindible”, constata Santolaria.
Una nueva junta en el mes de octubre abordará la propuesta que se pretende presentar a todos los grupos políticos y las instituciones “de lo que queremos -cita el presidente de Guarguera Viva- para que una gran extensión de terreno no se abandone, ni los montes ni el bosque y que se cuide la ganadería, que es imprescindible”, agrega.
Santolaria remarca que el valle del Guarga tiene una población muy dispersa, “pero está muy vivo”, y plantea que se debe unir la iniciativa privada con los recursos públicos para salir adelante. “Nuestro valle puede ser una experiencia piloto que sirva de ejemplo a muchas zonas de que con un mínimo trabajo se puede conseguir que el mundo rural no se muera”.
Agrega que, si se olvida, “llega el abandono y el expolio, pero, si la vida se mantiene, anima a otras personas a establecerse”, y recuerda que esta zona está muy bien situada en la provincia, a solo media hora de Huesca.
La fiesta, que llega a su catorce edición, ha continuado con vermú, comida popular y la actuación de músicos de la zona. “Todos hemos aportado, demostrando que en el valle somos una familia”, concluye Santolaria.