Una de las cinco águilas perdiceras que fueron liberadas el pasado mes de julio en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara ha sido hallada muerta este lunes en la localidad Zaragozana de Moyuela.
El aviso a los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN) fue dado por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), entidad que lleva el seguimiento del radiotransmisor que portan las cinco águilas liberadas. Hasta el punto desde donde emitía acudieron los APN, que hallaron el cadáver. Al parecer, murió al colisionar con un tendido eléctrico.
Las cinco águilas perdiceras o águilas de Bonelli fueron liberadas en una iniciativa del Gobierno de Aragón, junto con Grefa y Repsol, con el objetivo contribuir a la recuperación de esta especie en la zona, ya que es una de las rapaces más amenazadas de Aragón, catalogada en peligro de extinción. Es además uno de los objetivos de conservación del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Las cinco águilas, denominadas Andaluz, Aragón, Abiego, Alquézar y Adahuesca, fueron introducidas en una jaula de aclimatación a finales de mayo en la zona de liberación para que terminaran su desarrollo y se acostumbraran a su nuevo hogar. Algunas semanas después, una vez preparadas, se soltaron en el medio natural el pasado 20 de julio.
Como se explicaba desde Grefa en agosto, las águilas de Bonelli continuaban con su aprendizaje y se adaptan a la vida en libertad, mientras se les aporta alimentación suplementaria con el objetivo que se quedaran en la zona el mayor tiempo posible.
La liberación de águilas de Bonelli en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara tiene su precedente en el proyecto europeo Aquila a-LIFE y su predecesor LIFE Bonelli, dedicados desde hace diez años a la recuperación del águila de Bonelli.
Dos de los pollos liberados en la Sierra de Guara llegaron de la población silvestre de águila de Bonelli en Andalucía y otro de la población reintroducida en Mallorca. Los otros dos nacieron en el centro de cría en cautividad de especies amenazadas que Grefa gestiona en Madrid.
Al mes de ser liberadas, y gracias a la información del radiotransmisor, Grefa informaba de que cuatro continuaban en el entorno de la zona de liberación, aunque preveía que en breve comenzarían a irse.
“Una de ellas, Abiego, se dispersó tempranamente y llegó a alcanzar la costa gallega, moviéndose también por Castilla y León. Como curiosidad, Andaluz, emprendió un largo vuelo que le llevó hasta el sur de Cantabria y otro más corto y reciente a la zona de Camarasa (Lleida), pero ya ha vuelto al área de liberación”, explicaba este grupo conservacionista.