El Homenaje a Nuestros Reyes de Aragón 2025 se ha convertido en un alegato de la defensa del patrimonio de forma efectiva en las políticas públicas y en la acción privada para hacer justicia a Alfonso el Batallador, Ramiro el Monje y toda la dinastía pirenaica, por un lado, y para aprovechar su fortaleza para impulsar la identidad de los aragoneses. Dirigido el acto por Míchel Alcubierre por la organizadora Asociación de Obreros de San Pedro el Viejo, el ponente ha sido Javier García Antón, quien ha leído un mensaje de Javier Lambán, al que se ha querido rendir tributo.
En un acto con el apoyo musical de la Coral Diego Pontac dirigida por María Ángel Leo, han participado la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, la directora general de Patrimonio del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez, la presidenta de la Comarca de La Hoya, Mónica Soler, el subdelegado de Defensa, Rafa Matilla, el teniente coronel José Enrique Cordobés Lucena y otras autoridades civiles y militares
El presidente de la Asociación Obreros de San Pedro El Viejo, Eduardo Cuello Oliván, ha recordado que el homenaje a la Dinastía Pirenaica de nuestros Reyes propios de Aragón "quiere resaltar la personalidad de estos líderes que, como dirigentes, supieron llevar a cabo acciones memorables en la recuperación de significados valores para el el desarrollo de una nueva sociedad, con proyección a un futuro por construir tras siglos de dominio e invasión sarracena".
Eduardo Cuello ha aludido a la singularidad en el espacio altomedieval de los nacientes reinos hispanos. Pertenecientes al tronco común de la Casa Real de Pamplona, "ejercieron su labor entregando hasta sus vidas y dando continuidad a su antigua tradición familiar de origen iberorromano", por lo que dieron sentido al "misterio de la existencia de la vida del hombre en el universo, señalando un sentido de trascendencia y vida para el futuro". Se llegaba a configurar un espacio político propio, de alta dignidad y significado en el ámbito europeo, creando espacios de convivencia para un nuevo poblamiento en amplios territorios.
Tras glosar brevemente los méritos de Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje, ha recordado que junto a sus restos también están los del Infante don Fernando, abad de Montearagón. "Desde su silencio secular, constituyen un importante patrimonio cultural que han guardado con singular respeto las generaciones que nos precedieron y que integran una memoria real significativa de nuestra identidad como aragoneses".
Ha anunciado que, tras 27 años al frente de la Asociación, cumplidos 50 años de ejercicio profesional como arquitecto y tras una reflexión sincera, ha presentado a la Junta Directiva su "cese irrevocable en la presidencia de Obreros de San Pedro", y ha pedido colaboración para cubrir el puesto en convocatoria extraordinaria a los socios.

JAVIER LAMBÁN Y JAVIER GARCÍA ANTÓN
El ponente ha sido Javier García Antón, director de El Diario de Huesca, por problemas de salud de Javier Lambán, presidente que fuera presidente del Gobierno de Aragón. Ha leído una emotiva misiva de Lambán Montañés: "No conozco un caso similar al de la Asociación "Obreros de San Pedro el Viejo de Huesca", heredera de otra institución de funciones similares fundada en el siglo XVI. Desde entonces, el monumento no ha carecido de las esmeradas atenciones de unos verdaderos “guardianes del templo”, de su singular e impresionante historia, de la difusión de su notoriedad, o del celo con el que se ocupan en asegurar su futuro material y espiritual".
El periodista ha seguido reproduciendo el mensaje: "Soy un enamorado de Pedro el Viejo, por su inmenso valor histórico, artístico, religioso y cultural. Junto a San Juan de la Peña, son dos lugares hierofánicos desde la Antigüedad, dos de los lugares de Aragón donde con más fuerza sintieron los primeros aragoneses la presencia de lo sagrado y de lo trascendente, lo que los convierte en nuestras más arcanas raíces".
"Lamento perder esta magnífica ocasión de rendir homenaje a la memoria de nuestros Reyes de Aragón. No creo que haya ningún aragonés que no sienta plenamente su condición de tal al visitar la Capilla de San Bartolomé, que no se emocione, que no se sienta tan conmovido por ello, como cuando contempla reverente la tumba de Alfonso I El Batallador, verdadero constructor del Reino, y la de su hermano Ramiro II, que impidió su resquebrajamiento tras el extraño testamento de Alfonso", y ha proseguido remembrando el impulso de la Ruta de los Panteones Reales y la Ruta del Grial en el Alto Aragón con centro en San Pedro el Viejo entre otros monumentos. Finalmente, ha lamentado no haber podido concluir las "justísimas y atinadas reivindicaciones de ustedes y de la parroquia: restaurar algunas zonas del claustro necesitadas de atención, abriendo además un acceso directo a la calle, la restauración del órgano o la limpieza de los tímpanos de la puerta principal y del claustro":
"San Pedro el Viejo es una inspiración, un asoleo cuyo magnetismo conduce indefectiblemente a la búsqueda de los significados y los mensajes"
En el discurso de Javier García Antón, la primera parte ha sido de inspiración en El Fuego Invisible de Javier Sierra -que visitó el claustro con Lambán años después de recibir el Planeta por el libro que tiene escenas en el templo-, extrayendo conclusiones propias: "San Pedro el Viejo es una inspiración, un asoleo cuyo magnetismo conduce indefectiblemente a la búsqueda de los significados y los mensajes que nos envían estas piedras llenas de historia. Un ilustre salesiano, venerable anciano hoy, Carlos Garulo, aduce que en la piedra de su Castillo de Loarre pero también de todos los templos que en el mundo son se escuchan voces que explican la intrahistoria y la historia de su comunidad, y con ella el mundo".
Tras la lectura del discurso de Javier Lambán, García Antón ha lanzado una reflexión desde la responsabilidad: "Nuestra sociedad del vértigo está embadurnada de sacralización de lo efímero. La cultura, entendida como el sistema de valores que nos hemos otorgado desde los primeros pobladores hasta el día de hoy, reclama, como mínimo, la interiorización de la herencia recibido y de la responsabilidad de seguir germinando frutos para enriquecer el arca patrimonial del ser humano. Cada una de las generaciones y de las civilizaciones ha ido cincelando una personalidad que se acrecienta con una obra tan magna como es San Pedro el Viejo".

"Abrumados por la febrilidad de la inmediatez, olvidamos la trascendencia y el caudal que representa el patrimonio inmemorial, el eterno, el perpetuo, el que se visita un día sí y otro día también, ora por la mera observación, ora por la búsqueda de respuestas a las preguntas que nos entregan las herramientas para responder a los arcanos de la vida", ha añadido el periodista.
Ha demandado una mayor atención pública y privada al patrimonio, "para reconducir la más que discutible comparativa entre las inversiones destinadas al ruido y la mediocridad y las que, lacónicamente, reciben grandes monumentos que explican nuestra personalidad como es este templo, el Santuario de Nuestra Señora de Salas y de la Huerta, el Museo Diocesano y tantos y tantos de los que debiéramos presumir en nuestra ciudad y nuestra tierra".
"Una apuesta definitiva por analizar e inventariar nuestro patrimonio, porque la pérdida de su integridad y de su esplendor no es compensada por todos los espectáculos del mundo. En el deterioro, se rompe en jirones nuestro ser colectivo y llora lágrimas en su rotura nuestra integralidad", ha concluido García Antón.
El Homenaje a Nuestros Reyes de Aragón ha concluido con la tradicional ofrenda floral a los sarcófagos de Alfonso I el Batallador por parte de la alcaldesa, Lorena Orduna, y la directora general de Patrimonio, Gloria Pérez, y el ponente, Javier García Antón, junto con el subdelegado de Defensa, coronel Rafael Matilla, a la que ha seguido el responso pronunciado en latín por José Alegre y la última interpretación de la Coral Diego de Pontac.