El Gobierno de Aragón ha puesto en marcha una nueva unidad pionera en psicogeriatría en Huesca, destinada a pacientes mayores de 65 años con trastornos mentales graves de difícil manejo, como psicosis, demencias con alteraciones conductuales, depresiones resistentes o trastornos bipolares.
Esta unidad, prácticamente única en España, está dedicada específicamente a pacientes subagudos en salud mental geriátrica, ofrecerá una atención integral, multidisciplinar y centrada en la rehabilitación, con el objetivo de facilitar su estabilización y posterior reintegración en su entorno habitual.
Con esta medida, el Ejecutivo responde a una necesidad creciente en una población envejecida que hasta ahora carecía de recursos especializados.
El Consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, ha visitado este viernes las instalaciones acompañado del director general de Salud Mental, Manuel Corbera, y el el director de Asistencia Sanitaria y Planificación de Aragón, Ramón Boria; el director de la Unidad de Psicogeriatría del Centro de Rehabilitación Psicosocial Santo Cristo de los Milagros, Javier Olivera, el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, Carmelo Pelegrín, y el presidente de la Asociación Española Psicogeriatría, Manel Sánchez.

También han asistido la gerente del sector sanitario de Huesca, Raquel Genzor, el director del Hospital San Jorge y del CRP, Juan Gómez, y la directora de Enfermería de HUSJ y del CRP, Rosa Caja, así como los concejales Iván Rodríguez y Nuria Mur; el jefe de la sección de Geriatría, José Galindo; la gerente de Cadis, Marta Peña; el presidente y el gerente de Arcadia, José Luis Laguna y Alberto Torres, respectivamente; la directora de Cruz Blanca, Ana Gota; representantes de Asapme Huesca y otras entidades sociales.
José Luis Bancalero ha explicado que la nueva unidad para pacientes subagudos en psicogeriatría supone una muy buena noticia para la sanidad aragonesa. Ha explicado que nace con el objetivo de mejorar la atención asistencial a personas mayores de 65 años con trastornos mentales, en una comunidad que, como ha recordado, presenta un alto grado de envejecimiento poblacional.
Ha subrayado que la nueva unidad ofrece una asistencia sanitaria integral y multidisciplinar a este perfil de pacientes, y ha remarcado que se trata de una unidad pionera no solo en Aragón, sino en casi toda España -es la tercera-, al estar enfocada específicamente en pacientes subagudos en el ámbito de la salud mental geriátrica.
Ha afirmado que, con esta puesta en marcha, el centro que alberga la unidad se ha consolidado como un referente autonómico en salud mental, disponiendo actualmente de 15 plazas para hospital de día, 20 plazas de media estancia, 50 para larga estancia y 40 destinadas específicamente a pacientes de psicogeriatría.

Ha recordado que el impulso a la salud mental ha sido una de las prioridades del actual gobierno, destacando que, desde su llegada al ejecutivo autonómico, el Partido Popular creó la Dirección General de Salud Mental, con el compromiso de avanzar en este ámbito, que ya consideraban esencial durante su etapa en la oposición.
Ha anunciado también un refuerzo de la plantilla profesional, con la incorporación de un facultativo especialista en psicogeriatría, una psiquiatra con experiencia contrastada que ha sido captada desde Cataluña. Ha destacado que las mejoras laborales y retributivas ofrecidas en Aragón han sido decisivas.
En cuanto a la inversión realizada, ha precisado que, si bien las obras de acondicionamiento han supuesto un gasto inferior a 10.000 euros, el verdadero valor ha estado en la inversión en talento humano, organización asistencial y diseño de circuitos sanitarios eficientes.
Esta estructura permitirá que los pacientes sean derivados correctamente y reciban una atención integral y personalizada, incluyendo no solo intervenciones en salud mental, sino también en otras áreas como la fisioterapia y el tratamiento de comorbilidades.

UN PASO MUY RELEVANTE
Javier Olivera Pueyo ha señalado que la puesta en marcha de esta nueva unidad supone un paso muy relevante en la atención a personas mayores con trastornos mentales graves. Ha precisado que no se trata de una unidad pionera en sentido estricto, ya que existe un modelo similar en Martorell, pero sí ha subrayado que es una de las muy pocas unidades de este tipo en España, y la única específicamente dedicada a pacientes subagudos.
La unidad ha sido diseñada para atender a personas mayores con trastornos mentales graves y de difícil control, especialmente aquellos que presentan alteraciones de conducta como episodios de violencia, así como otros cuadros psiquiátricos complejos como depresiones resistentes, trastornos bipolares o psicosis en adultos mayores de entre 65 y 70 años. Hasta ahora, ha remarcado, estos pacientes eran derivados a residencias, hospitales generales o unidades de geriatría, donde su manejo ha sido extremadamente difícil debido a la falta de dispositivos especializados.

Olivera ha agregado que esta nueva unidad, que cuenta con cuatro camas individuales, permitirá ofrecer una atención multidisciplinar integral. En ese sentido, ha resaltado que se ha trabajado bajo una filosofía psicogeriátrica, en la que se integran profesionales de múltiples disciplinas: psiquiatras, fisioterapeutas, enfermería especializada y otros perfiles que contribuyen a una atención de calidad.
El tiempo estimado de estancia será de entre uno y dos meses, un periodo considerado óptimo para el control conductual y la posterior reinserción del paciente en su entorno habitual, ya sea en domicilio, residencia o comunidad. Ha añadido que esta unidad no se limita a la intervención farmacológica, sino que apuesta por un enfoque amplio e integral.
Ha puesto en valor especialmente el papel de la enfermera especialista en salud mental geriátrica, que será clave en la gestión de casos, mientras que el equipo médico actuará como soporte y consultoría.
Además, ha indicado que se han establecido sinergias entre tres servicios clave en Huesca: el Servicio de Psiquiatría del Hospital San Jorge, dirigido por el doctor Carmelo Pelegrín; el Servicio de Geriatría del Hospital Provincial, bajo la dirección del doctor José Galindo; y la propia unidad de subagudos.

Ha confirmado que la atención estará dirigida inicialmente a pacientes aragoneses, muchos de los cuales hasta ahora han ingresado en unidades de agudos de psiquiatría o en planta de geriatría, donde, pese a la buena voluntad profesional, no se disponía de recursos adecuados para este perfil clínico tan complejo. Esta nueva unidad, por tanto, liberará carga asistencial en ambos extremos del sistema y ofrecerá una solución específica.
Ha mencionado también que se ha previsto el primer ingreso para la próxima semana y que los protocolos clínicos ya han sido elaborados junto a la doctora Beatriz Villagrasa, especialista en psiquiatría con formación específica en psicogeriatría, quien ha decidido incorporarse al equipo por el reto que representa liderar esta experiencia innovadora.
Finalmente, ha advertido que la demanda superará rápidamente la capacidad instalada. Ha recordado que la población envejecida en Aragón, como en el resto de España, está creciendo rápidamente, al igual que la prevalencia de los trastornos mentales graves en mayores, lo cual hace muy probable que en un futuro próximo sea necesario ampliar esta unidad o replicar el modelo en otras provincias.
LA NECESARIA ATENCIÓN EXPERTA
El doctor Manel Sánchez ha manifestado que el valor de las unidades especializadas en salud mental para personas mayores es de carácter estratégico.
Ha señalado que, en el ámbito asistencial, en todo el país se ha evidenciado una creciente necesidad de atención experta ante el notable incremento de los problemas de salud mental en la población envejecida, como había destacado previamente el doctor Olivera.

Ha lamentado que los recursos específicos en salud mental geriátrica no hayan experimentado un crecimiento proporcional al aumento de la demanda generalizado en todo el territorio nacional. Como resultado, ha considerado que aún se está muy por detrás de las necesidades reales del sistema sanitario para ofrecer una atención profesional y especializada.
Desde su posición en la Sociedad Española de Psicogeriatría, ha destacado especialmente la capacidad de estas unidades no solo para brindar asistencia de calidad, sino también para generar conocimiento científico y fomentar la formación de nuevos profesionales en psicogeriatría.
Ha subrayado que resulta fundamental que los profesionales sanitarios tengan acceso a unidades monográficas en salud mental de mayores, donde hayan podido atender, observar y valorar a un número significativo de pacientes con perfiles clínicos específicos, asegurando así una formación clínica integral.
También ha puesto en valor el papel que desempeñan estas unidades en el nuevo modelo formativo de los residentes en psiquiatría, cuya duración se ha ampliado a cinco años. En este contexto, ha considerado imprescindible contar con unidades acreditadas en psicogeriatría, de modo que los residentes que deseen especializarse mediante rotaciones clínicas en este ámbito puedan hacerlo en centros que lo merezcan y que posean una calidad asistencial reconocida, como ha afirmado que ocurre en la unidad de salud mental geriátrica de Huesca, la cual ha definido como un claro ejemplo de excelencia asistencial y formativa.