El Ayuntamiento de Huesca ha iniciado el proceso de licitación por 1,8 millones de euros de la implantación tecnológica y control de acceso en la zona de bajas emisiones (ZBE) y otras acciones de movilidad y la calidad ambiental en 2025. El contrato también incluye la gestión de la nueva Oficina de Movilidad y del procedimiento sancionador de la ZBE durante los próximos cuatro años.
Por un lado, el contrato contempla la implantación de equipamiento tecnológico y señalización, con la sustitución y mejora de las cámaras y el equipamiento de control de accesos a la zona peatonal, ahora homologada como ZBE. Este sistema mantendrá el funcionamiento actual, sin requerir etiquetas medioambientales.
También se procederá a la renovación del software de control de accesos y la implementación de un sistema de control de permisos en tiempo real para la Policía Local.
Además, se implantará una plataforma Big Data que recogerá datos digitales sobre movilidad, calidad ambiental y otros indicadores, que permitirá una toma de decisiones basada en información real. Esta herramienta generará informes y estadísticas para optimizar la gestión de la movilidad urbana.
Entre las mejoras previstas también se encuentra la instalación de cinco pantallas informativas para ofrecer datos sobre la zona peatonal, indicadores medioambientales y el estado de ocupación de aparcamientos, así como la creación de nuevas plazas de carga y descarga. El contrato también prevé la realización de campañas informativas.
Por otro parte, y fuera de la financiación de los fondos europeos, el contrato incluye la implantación de una nueva oficina de movilidad, que se encargará de mantener los sistemas implantados y ofrecer atención a la ciudadanía en temas como aparcamientos para personas con movilidad reducida, vehículos eléctricos y párquines inteligentes para bicicletas. Esta oficina gestionará también el procedimiento sancionador de la ZBE en colaboración con la Policía Local, con lo que se pretende llevar a cabo “una gestión eficiente y transparente”.
“Desde un principio, el equipo de gobierno ha defendido una Zona de Bajas Emisiones adaptada a la realidad de Huesca, manteniendo la filosofía de la actual zona peatonal, basada en un sistema de acceso mediante permiso o autorización previa y sin la necesidad de etiquetas de emisiones para los vehículos”, ha señalado el concejal de Urbanismo, Iván Rodríguez. Este enfoque “garantiza la continuidad de los bajos niveles de contaminación en la ciudad sin imponer cambios drásticos a los ciudadanos. La implantación tecnológica permitirá un control de accesos más eficiente y avanzará en la transición hacia una movilidad urbana más sostenible”, ha agregado.