El incontestable municipalismo eficiente del Partido Socialista en la provincia de Huesca durante décadas han tenido su principal descalabro en estas elecciones europeas del 9 de junio, en las que el mapa tradicionalmente de color rojo se ha mutado en azul con unas cifras impensables a 27 de mayo de 2023, un día antes de las municipales.
Los guarismos globales son demoledores para el PSOE. Ha caído en más de seis puntos (del 38,28 de los sufragios al 31,64 de 2019 a 2024) mientras el PP ha crecido casi quince puntos, del 22,78 % al 37,70 %. Bien es cierto que la coyuntura política de entonces es muy diferente actual por los vientos de cola de unos y de otros. Se aprecia mejor en términos absolutos: de 42.250 voluntades en 2019, los socialistas han pasado a 27.195, que son más de quince mil apoyos menos. El PP ha pasado de 25.145 a 32.272. Quiere decir que la diferencia se ha abierto en más de 22.000. Buenos resultados también para VOX, que de un 6,75 % de respaldos (7.450) ha pasado a un 11,25 % (9.661). En términos de bloques, entre PP, VOX y Se Acabó la Fiesta de Alvise Pérez han logrado un 53,64 % del escrutinio.
EL MAPA
El mapa es la expresión gráfica más evidente del cambio en la provincia de Huesca. De los 202 municipios que jalonan nuestra geografía, restados los cuatro en los que ha habido un empate en voos (pequeños municipios), 135 han votado mayoritariamente al Partido Popular, mientras 63 lo han hecho al Partido Socialista.
Es significativa la supremacía popular por cabeceras de comarca. A la capital, Huesca, que en 2019 registró un apabullante 38-20 entre socialistas y populares y en 2024 ha sido de 36,7-32,5, se han sumado con primeros puestos del PP Jaca, Aínsa, Graus, Benasque, Barbastro (más de un 40 % de sufragios), Monzón, Binéfar y Tamarite de Litera, Sariñena, Fraga, Biescas y Ayerbe. Quedan para el PSOE entre las poblaciones importantes Sabiñánigo, Almudévar, Benabarre y Boltaña.