El alivio inicial al saber que se trataba de un simulacro no ha borrado el impacto que generaba la escena: un accidente de tráfico con un patinete eléctrico implicado, un coche volcado, dos personas atrapadas, un bebé en riesgo, humo saliendo de un vehículo y el riesgo de que en cualquier momento aquello se pusiera a arder. La Semana de la Prevención de Incendios ha sorprendido a la ciudadanía con un ejercicio de gran realismo.
La actividad, organizada en el marco de la Semana de la Prevención de Incendios (SPI), por la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), el parque de Huesca y la Fundación MAPFRE, tenía como objetivo "concienciar a la población de los peligros que hay en la carretera, a lo que nos enfrentamos y que los servicios de emergencia están muy bien coordinados", ha comentado el jefe de de Bomberos de Huesca, Ignacio Farjas. "El trabajo en equipo, entre bomberos, sanitarios y Policía, da buenos resultados, como se ha visto hoy”, ha agregado.
Todo ha comenzado con un "accidente" originado por un patinete eléctrico, un vehículo de movilidad personal que en la actualidad, como ha observado Farjas, se encuentra en el centro de la polémica por su regulación.
Según el guion, una niña provocaba la colisión que derivaba en el vuelco de un turismo, con dos personas atrapadas y un bebé en riesgo. Los servicios de emergencia han entrado en acción: el 061 ha priorizado la atención médica a los heridos más graves, centrando sus esfuerzos en la víctima que después ha sufrido una parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios, además, han realizado una demostración de cómo se aplican maniobras de reanimación en una situación crítica.
Mientras tanto, del vehículo accidentado ha comenzado a salir mucho humo. Los bomberos han intervenido para evitar un posible incendio y, además, han procedido a la excarcelación de los ocupantes atrapados. El abatimiento del techo de un coche ha impactado al público como ejemplo de excarcelación segura.
La actuación ha sido un ejemplo de coordinación entre cuerpos. Han participado ocho bomberos, seis agentes de la Policía Local y ocho profesionales del 061, apoyados por un camión de bomberos, una ambulancia, dos motocicletas y un furgón de atestados. Más de veinte profesionales y actores voluntarios han dado vida a la recreación.
El jefe de bomberos ha recordado que en la ciudad los accidentes suelen ser menos graves y rara vez requieren excarcelación, pero el riesgo de incendio siempre existe. En carreteras del Pirineo y la autovía, comunicaciones señaladas por Farjas, los siniestros son más graves, y los ha vinculado a la somnolencia y consumo de alcohol o drogas.
El responsable ha insistido en que cuanto mejor se comporten los conductores al volante y mejor estén las carreteras, menos intervenciones de este tipo tendrán que realizar los servicios de emergencias. La seguridad vial depende tanto de la conducción responsable como de la calidad de las infraestructuras.
En cualquier caso, ha subrayado que la práctica constante y la coordinación entre todos los cuerpos son fundamentales. Ha sido la primera vez que un ejercicio de estas características se abría al público, y la asistencia ha sido muy numerosa.