En materia de incendios, no hay enemigo pequeño y esa es una máxima a la que se aplican los grandes profesionales de la extinción de fuegos. Los bomberos de Huesca han protagonizado, pasadas las nueve de la noche, una intervención vertiginosa que ha durado apenas cinco minutos.
Una ciudadana ha realizado una llamada al percibir que una papelera de la confluencia del Coso Alto con la calle Moya echaba humo, sin saber determinar el origen del fuego.
La llamada a los servicios de emergencia ha propiciado una llegada rapidísima de un camión de bomberos con cuatro efectivos frente al edificio de Correos. Tras bajar el bolardo, han girado hacia la calle Moya pero, cuando se encontraban a mitad, han recibido el aviso de una ciudadana de que era más abajo.
A esas alturas, los tres bomberos ya estaban en torno a la papelera para constatar cuál era el riesgo y la forma de enfocar el fuego. Una vez abajo el camión, han extraído la papelera y la han puesto en la boca del agua. Visto y no visto, en apenas dos o tres minutos, todo solucionado.
Una incidencia de tono menor por el alcance, pero la constatación de la profesionalidad del parque de bomberos de Huesca. Que siga la racha de incendios menores, que siempre es de agradecer.