Julia Claver Vera se ha hecho esperar pero seguramente sería por planificación familiar. Ha visto la primera luz de su vida dos años después de que sus padres, Isaac Claver Ortigosa y María Pilar Vera Castelló, se desposaran en Panticosa con los sacramentos bendecidos por Josan Montull. Justo dos años después, precisión matemática contra viento y marea, y es que María Pilar salía de cuentas el 6 de julio. Este martes, doble motivo de celebración: aniversario del enlace y nacimiento de la niña.
El bebé, de 2,806 kilogramos, debía estar confortable en el interior de Mapi, y es que ha tenido que ser invitada a salir a este mundo mediante cesárea en el Hospital de Barbastro, donde por otro lado ejerce la ginecóloga de confianza de la hoy feliz madre.
Julia, más allá de esa conexión aguas abajo del río Cinca entre su montisonense padre y su fragatina madre, llega probablemente con espíritu de toga y justicia por la confluencia profesional de sus progenitores abogados, Isaac y Mapi.
Le queda, para mirar hacia arriba al Castillo donde Guillem de Mont-rodón instruyó a Jaime el Conquistador, una estancia de tres noches en el hotel hospitalario donde está siendo atendida con primor.
Sus padres, entusiasmados, quieren agradecer los buenos oficios de todo el equipo de profesionales del Hospital de Barbastro que, en este tránsito, se han conducido con pulcritud en el oficio y cariño.
De paso, durante unos días, en la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Monzón se avecina una calma inhabitual por la ausencia -aunque nunca se sabe- de su inquieto presidente Isaac. Muchas felicidades a Mapi e Isaac. Un nuevo estado se suma al de casados, y es el de padres. Enhorabuena en este 15 de julio que, como fecha, queda enmarcada en la iconografía de la familia Claver Vera.