La Dirección General de Medio Natural, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón ha confirmado un hito histórico en la conservación de la fauna salvaje de la comunidad: el nacimiento del primer osezno en territorio aragonés en más de cincuenta años.
La cría es hija de Claverina, una osa reintroducida en 2018 por el Gobierno francés en el Valle de Aspe, que ha sido recientemente observada en el Valle de Hecho, acompañada de su descendencia.
Esta constatación marca un punto de inflexión en la consolidación de la subpoblación occidental de oso pardo en los Pirineos, al demostrar por primera vez que las hembras liberadas en territorio francés han comenzado a reproducirse con éxito en la vertiente aragonesa.
La importancia del avistamiento radica no solo en su valor simbólico y biológico, sino también en lo que revela sobre el avance natural de la especie. Hasta la fecha, Claverina no había sido localizada en zonas de presencia confirmada de machos reproductores, lo que hace de este nacimiento una clara evidencia de la expansión demográfica y territorial del oso pardo en el Pirineo Occidental.
Su reproducción sugiere que nuevos individuos, posiblemente procedentes de núcleos próximos, han colonizado de forma efectiva áreas del Alto Aragón, facilitando así la interacción entre ejemplares y favoreciendo la viabilidad genética de la especie.
El nacimiento del osezno habría tenido lugar durante el periodo de hibernación, entre los meses de enero y febrero. En esta etapa, las osas paren una o dos crías en la seguridad de la osera, mientras permanecen en un estado de letargo metabólico. Los recién nacidos llegan al mundo en condiciones extremadamente vulnerables: ciegos, sin pelo y con un peso que oscila entre los 300 y 500 gramos.
Durante sus primeras semanas, dependen exclusivamente de la lactancia materna, que se prolonga entre tres y cuatro meses, aunque la dependencia del osezno con su madre se mantiene hasta los 18 a 24 meses, periodo durante el cual adquiere las habilidades necesarias para sobrevivir de forma independiente en el medio natural. Este ciclo biológico implica que el intervalo reproductivo de una osa suele situarse entre dos y tres años.
La presencia de Claverina y su cría se enmarca en un contexto de incremento general de la población de osos en el Parque Natural de los Valles Occidentales, donde actualmente se han identificado seis ejemplares: tres machos de cuatro años, un macho de dos años, una hembra adulta y la nueva cría.
A nivel transfronterizo, la población del oso pardo en el Pirineo Occidental alcanza ya los diez individuos, distribuidos entre las vertientes española y francesa de la cordillera. Estos datos evidencian el éxito parcial de los programas de reintroducción y seguimiento coordinados entre ambos países, y subrayan la necesidad de mantener los esfuerzos en materia de conservación, monitoreo genético y colaboración transfronteriza.
POLÍTICA DEL GA
Ante este nuevo escenario, el Gobierno de Aragón ha intensificado su política de compatibilización entre la conservación de especies protegidas y el desarrollo socioeconómico del medio rural, con una inversión acumulada que ya supera los 300.000 euros. Dicha inversión se ha orientado tanto a la implementación de medidas preventivas frente a daños en la ganadería extensiva como al fomento de actuaciones que permitan a los habitantes de los valles pirenaicos convivir de forma sostenible con la presencia del oso pardo en sus montañas.
Durante el año 2024, se han registrado 33 ataques confirmados atribuidos a oso pardo en el entorno del Parque Natural: 29 en el municipio de Ansó y 4 en Hecho. Estas incidencias se han saldado con la muerte de 46 animales domésticos, de los cuales 44 eran ovejas y 2 cabras.
En respuesta, el Gobierno de Aragón ha activado el sistema de compensaciones, con un total de 22.431,75 euros abonados en indemnizaciones a los ganaderos afectados. En lo que va de año, ya se han producido cuatro nuevos ataques en la zona de Ansó, con un resultado de seis ovejas muertas, lo que subraya la necesidad de mantener medidas de vigilancia y refuerzo de la protección de rebaños.
En este contexto, el Ejecutivo autonómico ha impulsado la creación de la Mesa del Oso, un espacio permanente de participación que reúne a ganaderos, entidades locales, técnicos medioambientales y representantes sociales, con el objetivo de construir consensos y articular soluciones realistas y adaptadas a la realidad del territorio pirenaico. La voluntad de esta iniciativa es establecer mecanismos estables de diálogo y colaboración que permitan reducir el conflicto, proteger la biodiversidad y salvaguardar la actividad económica tradicional en zonas de montaña.
Fruto de este proceso de concertación, se ha comenzado a aplicar una batería de medidas preventivas que se encuentran ya en curso o en fase de ejecución.
Entre ellas, destaca la instalación de un vallado doble para proteger rebaños en el puerto de Segarra, en Ansó, que ya está operativo. En este mismo emplazamiento está prevista la colocación de una caseta de vigilancia, que será transportada mediante helicóptero en los próximos días para su instalación en una ubicación estratégica.
Además, se ha iniciado el trámite para la contratación de dos pastores, cuya función será custodiar los rebaños durante los meses de pasto en los puertos del Valle de Hecho. Esta acción se canalizará a través de la empresa pública TRAGSA, y está previsto que comience a principios del mes de julio.
De forma complementaria, se están reparando varias casetas destinadas a alojar a los pastores contratados, y se están llevando a cabo mejoras en las pistas de acceso a zonas de montaña, tanto por medio de las cuadrillas del Parque Natural como con la colaboración de empresas especializadas del sector forestal.
En paralelo, avanza la construcción de una nueva pista forestal en Calveira (Ansó), que permitirá la conexión directa con Navarra y que se encuentra actualmente en fase de ejecución. Asimismo, se está procediendo a la evaluación técnica y ambiental de posibles nuevos accesos en áreas sujetas a regulación dentro del ámbito del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN).
En estos casos, se buscarán alternativas viables desde el punto de vista normativo y ecológico, que respeten las limitaciones de conservación sin renunciar a la necesidad de movilidad y apoyo logístico en zonas de pasto.
Con esta serie de actuaciones, el Gobierno de Aragón consolida su compromiso con la protección del oso pardo como especie en peligro de extinción y con la construcción de un modelo de convivencia equilibrado entre la biodiversidad y el desarrollo humano en los Pirineos aragoneses.