La nieve ha vuelto este martes al Pirineo de Huesca, especialmente al sector occidental, en una jornada invernal que ha teñido de blanco los valles y ha complicado la circulación en una docena de carreteras del norte de la provincia. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene activado el aviso amarillo por acumulaciones de nieve hasta las 3.00 de la madrugada del miércoles, con una cota que ha ido bajando de los 1.000-1.200 metros de primera hora a los 700-900 metros al final del día. En las zonas más elevadas del Pirineo occidental, los espesores alcanzan los 50 centímetros en algunos puntos.
El episodio de nieve deja algunas dificultades en las carreteras. Es obligatorio el uso de cadenas o ruedas de invierno en la A-136, entre el Pueyo de Jaca y el Portalet; en la A-2606, hacia el Balneario de Panticosa; y en Candanchú, tanto en la N-330a como en la N-330b. Además, se registran problemas puntuales por nieve o hielo en otros tramos del norte de la provincia.
Las últimas mediciones en refugios de altura muestran acumulaciones de hasta 50 centímetros en Respomuso, 31 en Góriz, 30 en Cap de Llauset, 23 en Bachimaña, 18 en Lizara y 14 en la Casa de Piedra.
La situación meteorológica no dará tregua. Tras el paso de esta nevada, llegará el turno del viento y del frío. Para todo el miércoles 25, la Aemet anuncia rachas de hasta 80 km/h de componente norte. La sensación térmica será plenamente invernal. Y el jueves de madrugada, el termómetro se desplomará hasta los -6 grados en valles y zonas expuestas,.
La previsión para este martes ya apuntaba a precipitaciones en el Pirineo y la comarca de las Cinco Villas, con acumulados de entre 10 y 15 centímetros a partir de los 1.000 metros. El descenso térmico y el viento del noroeste, en ocasiones fuerte e incluso muy fuerte en puntos del sur de Huesca, completan un episodio.