Tras un mes de enero muy atípico, la entrada de la borrasca Karlotta ha vuelto a dejar nieve en el Pirineo oscense, con precipitaciones importantes en la zona occidental, que han cambiado la imagen de las estaciones de esquí y ha hecho necesario el uso de cadenas en varias carreteras. La previsión es que continúe nevando en los próximos días, con alerta amarilla que ha sido activada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Durante la noche del viernes se produjeron nevada con la cota bajando de los 1500 a 1800 metros, dejando importantes espesores en la zona occidental y central.
El Observatorio de la Montaña de Jaca señala que en Raca y en Formigal-Sarrios se han acumulado en 24 horas 38 centímetros, 23 centímetros en el telenivómetro de Bachimaña y 40 centímetros en la estación de Torla-Cebollar.
Estas nevadas han hecho necesario por la mañana el uso de cadenas en la A-136 desde Escarrilla al Portalet, y también se ve afectada la vía desde Piedrafita de Jaca; en la A-2606 al Balneario de Panticosa; en la N-330a en Candanchú y en la N-260a, de Asín de Broto a Gavín. Algunos vehículos se han visto sorprendidos por la nieve en la carretera y han quedado en la cuneta a primera hora de la mañana.
Este sábado se más nevadas que podrían dejar otros 20 centímetros de nieve, sobre todo en cara norte divisoria y Pirineos occidental. La cota baja hasta los 900 metros, con precipitaciones generalizadas al principio, aunque tenderán a disminuir de intensidad y se concentrarán principalmente en los macizos occidentales.
La Aemet mantiene activada la alerta amarilla hasta las 12 horas del domingo por acumulación de 5 centímetros de nieve en 24 horas en cotas por encima de 1000 metros en Jacetania y el Alto Gállego.
Las temperaturas también han bajado y las estaciones de esquí trabajan para preparar la nieve recibida.