"Parece que hay una posible solución". Es una de las conclusiones, explicadas a este medio por varios vecinos, de la reunión que han mantenido esta tarde representantes del Ayuntamiento, el arquitecto Rafael Zalba y los propietarios de las comunidades de los números 1 al 4 de la plaza de Santa Clara de Huesca que fueron desalojados por el riesgo de colapso no inminente de los edificios. Aunque en algún momento se ha apuntado la expectativa del retorno hacia las fiestas de San Lorenzo, impera la cautela.
El salón de actos del Centro Cultural Manuel Benito Moliner ha servido de escenario para el encuentro convocado por el Ayuntamiento para informar directamente a los vecinos de Santa Clara de la situación y de las medidas que ha adoptado el consistorio, además de las expectativas de solución a su situación.
Tras la introducción del primer teniente de alcalde, Ricardo Oliván, se han sucedido las intervenciones para adentrarse en cuestiones constructivas -explicadas fundamentalmente por el arquitecto Rafael Zalba-, impositivas -por Carlos Sanromán, técnico municipal- y jurídicas, que junto a Iván Rodríguez, los presidentes de las comunidades y otros ediles han estado presentes en la reunión.
Carlos Sanromán ha expuesto las decisiones sobre los impuestos de aguas, basuras, vados y licencias de actividad para eximir del abono a los vecinos mientras se perpetúe esta circunstancia.
En cuanto a la búsqueda de una solución con ciertos tintes de esperanza para los vecinos, el arquitecto ha explicado que tienen que hacer un mapeo de cada uno de los pilares, 42 del nú,mero 4, 43 del 2 y sin definir la cuantía de los del 3 porque no ha recibido los planos hasta hoy, por lo que hay que estudiarlo.
En el momento en el que se conozca la situación exacta de cada uno de estos soportes estructurales, se realizarán las propuestas definitivas para atajar el problema, aunque en principio se ha apuntado una posible solución satisfactoria que requerirá mucho trabajo, un coste importante y cierta paciencia porque serán meses hasta la resolución.
A lo largo del encuentro, ha habido vecinos que han incidido en las dudas sobre la idoneidad de la Inspección Técnica del Edificio de hace nueve años y las posibles responsabilidades, que se circunscriben a las comunidades que contratan los servicios de los profesionales encargados de aplicarla.