El placer de viajar en un museo sobre raíles y a un destino emblemático, Canfranc

Cuatrocientas personas han podido disfrutar de esta experiencia y el convoy ha sido recibido con gran expectación en la localidad jacetana

M. Manterola
14 de Enero de 2023
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Viajeros del Tren Blanco disfrutan desde las ventanillas del paisaje, con los mallos del Riglos al fondo.
Viajeros del Tren Blanco disfrutan desde las ventanillas del paisaje, con los mallos del Riglos al fondo.

El placer de viajar por viajar y hacerlo en un museo sobre raíles es la experiencia que han disfrutado 400 viajeros procedentes de Zaragoza y Madrid que se han desplazado este sábado 14 de enero hasta Canfranc, el destino más demandado por los amantes del mundo ferroviario.

La locomotora diésel 333-107 fabricada por Macosa en 1974 tira de este convoy que se ha denominado Tren Blanco en recuerdo de los que realizaban el trayecto desde la capital aragonesa a las estaciones de esquí, en un viaje organizado por la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (AZAFT), en colaboración con la entidad hermanda de Madrid (AAFM).

Carlos Abadías, presidente de AZAFT, ha explicado que el viaje se ha realizado a una velocidad máxima de 100 kilómetros hora, en una línea “con muchas limitaciones todavía, por eso va a volver a estar en obras”. El tramo desde Ayerbe hasta el destino final “lo hemos hecho a 40 kilómetros por hora -apunta- disfrutando del paisaje y pudiendo ver todo el serpenteo por el Pirineo que hace el tren para poder ganar altura hasta llegar a Canfranc”, destaca.

Lo que más se disfruta es “el placer de viajar por viajar, de que el público pueda recorrer el tren y pueda abrir las ventanillas, porque en la época del aire acondicionado y el teléfono móvil, aquí nos dedicamos a volver a los años 60”, valora Abadías.

Y de lo más extraordinario de este paisaje, el presidente de AZAFT remarca la espectacularidad de los malos de Riglos y el conocido como viaducto de Cenarbe, en Villanúa, una de las obras arquitectónicas más relevantes de la línea, inaugurada en 1916, que tiene 357 metros de largo, 20 de alto y 28 arcos.

Este museo del ferrocarril sobre raíles ha despertado gran interés por donde ha pasado, pero sobre todo en Canfranc, donde ha sido recibido por multitud de personas que han llenado el andén y han podido disfrutar de la belleza de estos trenes.

Imagen del recorrido del tren por la línea del Canfranc.
Imagen del recorrido del tren por la línea del Canfranc.

“Estamos muy contentos de la llegada a Canfranc, la gente estaba esperando en una explanada llena, viendo la composición del tren de arriba abajo. Todo el mundo estaba supercontento de ver llegar un tren tan largo que ocupa el andén nuevo de Canfranc de punta a punta, que no cabe ni un vehículo más”.

De la composición con vehículos “muy muy especiales”, Abadías ha reseñado la rama procedente de Madrid, “que son cuatro coches de los años 80, de la época en la que el tren comenzó a ser rápido y empezamos a correr a 160 kilómetros hora, y por otro lado están los cinco coches de la asociación de Zaragoza, entre los cuales tenemos uno de 1926 que es un restaurante de la Belle époque del Orient Express, que circulaba en el Lusitania Expreso, uno de los vehículos más bonitos porque llevaba marquetería por dentro”.

Uno de los coches del Tren Blanco que ha viajado desde Zaragoza a Canfranc.
Imagen de uno de los coches del Tren Blanco que ha viajado desde Zaragoza a Canfranc.

Este viaje se inició el pasado viernes desde Madrid, con paradas en Alcalá de Henares y Guadalajara, con casi cien personas a bordo del tren formado por la 333-107 y tres coches del Tren de los Ochenta. A esta composición se ha unido este sábado el Tren Azul de la asociación de Zaragoza con 300 personas más que ha salido de la capita aragonesa a las 9 horas para llegar a Canfranc a las 12:45. Han recorrido esta histórica vía el coche salón ministerial ZZ-1601 -el primero en completarse para este viaje-; los coches restaurante de la Compañía Internacional de Coches Cama-CIWL WR-2747, que cuentan con interiores de marquetería originales de 1926, y WR-3567, con plazas sentadas servicio de bar; el coche de departamentos BB4-6033, típico de los años 50 y 60; el coche camas de la CIWL YFt-4648, en este caso en posición día para ir sentados; y el coche estafeta P3-3067, que alberga el museo postal.

Los viajeros ya en Canfranc han podido disfrutar de todas las ofertas de este territorio, y especialmente la urbanización de la explanada con alma ferroviaria recientemente inaugurada, el nuevo hotel que abrirá en breve en el antiguo edificio de la Estación Internacional y el Tren de los Peregrinos, expuesto en el entorno de la estación. Tras un día extraordinario, las 18.30 se inicia la vuelta a Zaragoza.

Aunque estos viajes de la asociación no son reivindicativos, “siempre que venimos a Canfranc lo que queremos es que esté reabierta la línea hasta Francia y que podamos tener ese intercambio de mercancías y de personas entre Pau, Toulouse, Zaragoza y la línea de Teruel con la salida hasta el puerto de Valencia”, remarca Abadías.

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