La Policía Nacional ha detenido al presunto autor del incendio provocado en un contenedor soterrado situado en la calle Sancho Abarca de Huesca, cuya explosión, ocurrida durante la madrugada del pasado 20 de abril, generó una situación de grave riesgo para la ciudadanía.
El arrestado es un varón, vecino de la capital oscense, con un amplio historial delictivo que incluye quince antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio. Tras ser puesto a disposición judicial, el juez decretó su libertad con cargos, a la espera de la evolución del procedimiento judicial.
El suceso tuvo lugar a las 00:14 horas, cuando un fuerte estallido, seguido de una intensa humareda, alertó a los vecinos de la zona. Gracias a la rápida intervención de los servicios de emergencia y a la colaboración ciudadana, se evitó la propagación de las llamas a otros contenedores adyacentes, así como a viviendas y comercios cercanos, en una de las zonas más transitadas del centro urbano.
El contenedor, de más de 550 kilogramos y destinado a residuos orgánicos, fue desplazado violentamente por la onda expansiva, generando daños estructurales valorados en más de 5.000 euros. Las primeras inspecciones técnicas, realizadas por agentes de la Brigada de Policía Científica y de la Brigada de Información, revelaron la presencia de gasolina en el interior del depósito, lo que confirmó el carácter deliberado del incendio.
Durante el análisis de la escena, se recogieron pruebas concluyentes que apuntaban a una actuación premeditada. A pesar de los intentos del autor por ocultar su identidad mediante prendas que cubrían su rostro, la minuciosa labor de investigación policial ha permitido su plena identificación y posterior detención.
La investigación también ha revelado el elevado riesgo para la integridad física de varias personas que, durante el intervalo de tiempo entre que se vertió el combustible y se produjo la deflagración, hicieron uso del contenedor, sin conocer el peligro inminente. El suceso tuvo lugar en un momento especialmente crítico, al tratarse de un sábado por la noche y en una zona de elevada concurrencia.