La Asociación de Amigos y Vecinos de Suelves ha celebrado su tradicional encuentro festivo y gastronómico entre las comunidades de belgas, holandeses y españoles, descendientes y amigos, una celebración que no ha olvidado la principal reivindicación: un proyecto de captación y bombeo de agua.
Suelves, perteneciente al Ayuntamiento de Bárcabo, estuvo condenado a desaparecer cuando sus doce familias tuvieron que abandonar el pueblo en los años setenta, por los cambios sociales de la época, desapareciendo la tradicional localidad agrícola.
Como recuerda la asociación, el abandono fue precedido por la venta del pueblo a un capitalista belga, “lo que depararía una rocambolesca historia de estafas, tras la promoción de segundas viviendas vacacionales para familias belgas y holandesas”.
Pero Suelves finalmente resucitó con pobladores belgas. Actualmente, “una veintena de estas familias -una fija y el resto con segunda residencia- representan el núcleo de las luchadoras, que superponiéndose a la indiferencia administrativa del momento y a las dificultades burocráticas, consiguieron ver su ideal de una segunda vivienda en el clima soleado y la tranquilidad de estos parajes del sur de Sobrarbe”, explica la entidad.
Podría haber más pobladores, pero la Asociación de Amigos y Vecinos de Suelves apunta a que existen limitaciones que lo impiden. “Puede que sea el único núcleo habitado de Huesca que no tiene agua corriente”, señala.
En este marco se llevó a cabo la reunión anual, que generalmente se realiza coincidiendo con el día de la Ascensión, jornada de la fiesta del histórico Suelves, pero se ha retrasado al 30 de septiembre por obras del acceso.
La entidad la define como “una fiesta pintoresca” en la que más de sesenta personas compartieron los típicos “worstenbroodje” y cerveza belga con postres artesanales y vino del Somontano, para terminar con la Orquestina del Fabirol y melodías del Sobrarbe, jotas populares y baile para todos.
La presidenta de la Asociación, Matilde Grasa Lascorz, en nombre de la Junta Directiva, elogió el trabajo de la Diputación de Huesca por las mejoras en el acceso y esperó que se consoliden con pequeñas actuaciones complementarias pensando en vehículos y ciclistas.
También agradeció el apoyo económico de la Comarca de Sobrarbe, el extraordinario apoyo con mesas y sillas del Ayuntamiento de Naval y los trabajos de recuperación de sendas de Zona Zero.
Pero el punto fuerte de su reivindicación fue alertar de la necesaria implicación administrativa, comenzando por el propio Ayuntamiento, en “un proyecto solicitado reiteradamente de captación y bombeo de agua para complementar la gestión del agua de lluvia, para facilitar el traspaso de viviendas y para poder rehabilitar otras abandonadas tras la estafa inmobiliaria. Si el agua no llega, la viabilidad de este ejemplar modelo irá decayendo lentamente. Y lo lamentaremos llorando una vez más el Sobrarbe vaciado”, lamentó.
Asimismo, indicó que es un sentir de la Asociación la necesidad de preservar los valores paisajísticos en equilibrio con la agricultura y la ganadería existente, pero alertó de la “grave irresponsabilidad administrativa a la que se puede llegar si no se ponen las condiciones para que este modelo de pobladores se sienta mejor atendido. Ellos no lo piden, pero el político debe saber lo que hay en juego”, ha agregado.
Durante la fiesta, en la que se presentaron los trabajos de Zona Zero, participaron el alcalde de Colungo y el teniente de alcalde de Naval, además de la alcaldesa de Bárcabo, Carmen Lalueza, quien avanzó que se terminarán los trabajos pendientes en el acceso y mostró el apoyo a Zona Zero. La Asociación, por su parte, sigue esperando el compromiso municipal para promover la redacción del proyecto de captación de agua.