Pulseras antimaltrato: Cometa dispara 300 comunicaciones erróneas a un condenado sometido a presión extrema por los defectos

Otra cara de la moneda se detecta cerca de Huesca y deja indefenso al condenado, al que se ha cambiado sin éxito 16 veces el mecanismo

01 de Octubre de 2025
Guardar
Dispositivos de las pulseras antimaltrato
Dispositivos de las pulseras antimaltrato

La polémica de las pulseras antimaltrato, propio de políticas de mercadillo chino, tiene distintas caras que afectan no sólo a las víctimas sino también puede hacerlo a los condenados que se ven sometidos al estrés de la presencia ante la policía o los juzgados sin haber vulnerado el espacio de alejamiento, todo por errores en las comunicaciones del sistema Cometa.

Es el caso de una persona próxima a Huesca, condenada a mantener la distancia por sentencia judicial, que ha sufrido los errores de las pulseras nada menos que en 300 comunicaciones, por lo que Cometa avisaba a la policía y al juzgado sin que la víctima, sin embargo, sintiera en ningún momento la presión del botón del pánico que indicaría la cercanía del sometido a la exigencia de una distancia prudencial para la protección.

Logo WhatsApp
Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp para tener la mejor información

El letrado Ricardo Orús, que representa al penado, indica que el dispositivo le ha sido cambiado en 16 ocasiones durante estos tres últimos años, y sin embargo la casuística del salto de la alarma se ha ido engrosando hasta esas 300 ocasiones. "Evidentemente, a mi cliente esta situación le genera impotencia, ansiedad y temor de acabar en prisión por unos hechos que no ha cometido y generados por un defectuoso funcionamiento del aparato. Además, le obliga a gastar tiempo y dinero en abogados para demostrar cada vez que hay una incidencia que es un error del dispositivo".

El sufrimiento se acrecienta cuando la Guardia Civil se presenta en su casa a las 4:30 de la mañana por una falsa incidencia y abren los padres, ancianos y enfermos. En una ocasión, estuvo diez días sin funcionar y ni la Policía ni Cometa le dieron la solución hasta acudir al juzgado a comunicarlo.

Evidentemente, en estas 300 ocasiones, la Policía ha constatado por medios tecnológicos que se ha tratado de falsas alarmas por los desperfectos de las pulseras antimaltrato y que el afectado se encontraba fuera de la distancia establecida por la Justicia. Señala el abogado que nos encontramos ante "una negligencia que motiva una indefensión para una persona que ha sido condenada y tiene todo su derecho a la reinserción mediante el respeto escrupuloso de las indicaciones judiciales, mientras, por otro lado, la víctima del maltrato se puede sentir también indefensa al no recibir ninguna señal desde su pulsera a pesar de que en el origen estrían produciéndose semejantes señales".

El jurista está iniciando las acciones para resarcir a su cliente por estos perjuicios que afectan a su vida y que producen una merma de derechos por el mal funcionamiento de unos instrumentos que competen al Estado.

El dispositivo para los investigados, encausados y condenados consiste en un transmisor de radiofrecuencia de corto alcance (BLE) fijado a su cuerpo, denominado brazalete de monitorización, y un teléfono móvil inteligente de Control, Rastreo y Comunicación.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante