El Festival En Clave de Aragón ha vuelto a demostrar que la cultura, la tradición y la innovación pueden ser el mejor motor para el territorio. Este fin de semana, la localidad ribagorzana de Campo se convirtió en epicentro de la vida rural con la celebración de este certamen itinerante, que alcanzó su novena edición y volvió a reunir a artistas, productores, artesanos, divulgadores y vecinos.
El acto central fue la entrega de los Premios En Clave de Aragón 2025, que reconocen cada año la labor de personas, colectivos y empresas comprometidas con el desarrollo local. En esta ocasión, los galardones recayeron en Quesos Senz, el Museo de Juegos Tradicionales de Campo y la Asociación Deportiva El Rampeu, tres referentes del tejido social, cultural y económico de Ribagorza.
El primer premio, otorgado por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón a través de la Dirección General de Innovación y Promoción Alimentaria, distinguió la trayectoria de Quesos Senz por su ejemplo de emprendimiento agroalimentario y su vinculación con el territorio. El galardón fue entregado por el alcalde de Campo, Eusebio Echart, y recogido por María Carmen Perna de Mur, quien destacó los casi treinta años de trabajo familiar dedicados a elaborar quesos artesanos en Foradada del Toscar.
El segundo premio fue para el Museo de Juegos Tradicionales de Campo, por su excelente labor de promoción turística y cultural del municipio. El reconocimiento fue entregado por Celsa Rufas, vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, y recogido por Fernando Maestro, fundador y director del museo, quien agradeció el reconocimiento tras 45 años de dedicación.
El tercer premio recayó en la Asociación Deportiva El Rampeu, por su constante entrega y dedicación al municipio. Recogió el premio su presidenta, Judith Lacoma, de manos del presidente de la Comarca de Ribagorza, Roque Vicente. Lacoma reivindicó el juego de las birllas como símbolo de identidad local. El Rampeu cuenta con cerca de 200 socias y desde 1990 mantiene viva esta tradición declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Durante la gala, Roque Vicente subrayó que el festival “es el mejor escaparate de las posibilidades de nuestros pequeños municipios”, y e alcalde de Campo, Eusebio Echart, se mostró “orgulloso del pueblo y de su implicación”.
Una de las novedadesfue la actuación del grupo Schola Cantorum Cantus Fugiens, que emocionó al público con un sobrecogedor repertorio de canto gregoriano en femenino, y la ya tradicional presencia del cuarteto Muro Kvartet, con Juan Zalba y Álex Prats al violín.
La programación del festival incluyó además talleres, visitas guiadas, una exhibición de birllas, charlas, espectáculos y una caldereta popular.