Una de las residentes desalojadas de los bloques de la plaza de Santa Clara ha relatado este viernes cómo han vivido las primeras horas tras abandonar sus viviendas por el riesgo de colapso detectado en los edificios. La mujer ha explicado que hoy ha podido acceder unos minutos para recoger artículos fundamentales después de que la salida del jueves se produjera con gran confusión. “Nos quedamos bloqueados, no sabíamos qué coger”, ha recordado, aludiendo a la dificultad de decidir qué llevarse en una situación tan repentina.
La afectada ha señalado que el realojo provisional que se les ha asignado no es accesible para ella debido a las escaleras y espera que se le ofrezca una alternativa adaptada. Ha querido agradecer, sin embargo, la atención recibida: “Hemos desayunado en el Palacio de Congresos, que nos facilita comida y cena”, ha destacado al referirse al apoyo básico que están recibiendo mientras esperan soluciones más estables.
Uno de los momentos más dolorosos, según ha explicado, ha sido no poder llevarse a sus animales domésticos. “Nos hemos tenido que separar de nuestras mascotas porque donde nos han hospedado no admiten”, ha lamentado, una situación que ha incrementado la angustia generada por el desalojo. También ha descrito la primera noche como especialmente dura debido a las bajas temperaturas: “Hemos dormido con mucho frío”, ha señalado.
La vecina ha dicho que empieza a percibir con más claridad la magnitud del problema. “Ayer fue todo tan precipitado que no lo habíamos asumido”, ha reconocido, apuntando que ahora surgen las emociones que no pudieron procesar. Ha mostrado su interés en el apoyo profesional anunciado por las instituciones y confía en recibir información para poder acceder a él.
Aunque agradece la asistencia recibida, la residente ha admitido que el desconcierto domina su ánimo. “Estamos con mucha incertidumbre”, ha concluido, a la espera de conocer qué soluciones llegarán en los próximos días y cuándo podrán recuperar cierta estabilidad.