Un escalador resultó herido el pasado viernes al sufrir daños cuando se rompió una presa de mano mientras realizaba la actividad en el pico Aspe. Es uno de los cuatro rescates realizados en los últimos días por especialistas de montaña de la Guardia Civil, que también tuvieron que auxiliar a un montañero extraviado y con síntomas de agotamiento en el ibón de Barbarisa y a una mujer que había llegado hasta el refugio de Bachimaña el sábado en estado de hipotermia.
El pasado viernes, especialistas del Greim de Jaca, la Unidad Aérea de Huesca y un médico del 061 acudieron al pico Aspe, en el término de Aisa, tras tener conocimiento del accidente de un vecino de La Coruña, de 34 años, que había sufrido una caída. Mientras realizaba escalada, se rompió una presa de mano lo que provocó que cayera y se causara lesiones en un tobillo. Tras inmovilizar al herido, fue evacuado en helicóptero al Hospital San Jorge de Huesca.
En la misma jornada también fue evacuada una montañera de Zaragoza del refugio Ángel Orús, en Sahún, con problemas en una rodilla y un vecino de Irún, de 65 años, que se había extraviado en las proximidades del ibón de Barbarisa, en Sahún, y presentaba síntomas de agotamiento.
Acudieron por sus propios medios al lugar especialistas del Greim de Benasque, que localizado a la persona sobre la medianoche. Le proporciona ropa de abrigo, agua y comida. Seguidamente se realizó el descenso en dirección al vehículo oficial, un recorrido en el que fue necesario asegurar a la víctima en algún tramo donde lo requería el terreno, ya que se debía bajar un cortado de unos 50 metros. Tras hora y media, a la 1:30 horas se dejó al montañero en su vehículo particular.
El sábado, el guardia del refugio de Bachimaña, en Panticosa, comunicó que sobre las 8.30 horas había llegado una mujer en estado de hipotermia leve con toda la ropa mojada, en un gran estado de nerviosismo y que era necesario evacuarla del refugio ya que era incapaz de caminar.
Tras varias averiguaciones, se supo que esta mujer, vecina de Zaragoza de 27 años, se marchó de este refugió el día 20 de agosto tras permanecer allí durante varios días, por lo que era conocida por el personal encargado de la instalación, que al verla le había proporcionado ropa seca y alojamiento en una habitación para que entrase en calor.
Puestos en contacto con familiares de la montañera, se trasladaron hasta el lugar, pero debido a su estado de nerviosismo, y ya que toma medicación crónica, se desplazan a la zona especialistas del Greim de Panticosa, la Unidad Aérea de Huesca y el médico del 061 para valoración. Finalmente, fue trasladada al Hospital San Jorge para exploración y cuidados.