Las residencias públicas de Altorricón y Tamarite de Litera han realizado diversas actuaciones para adaptar sus instalaciones al nuevo modelo de cuidados a través de las subvenciones del Plan de Resiliencia financiadas por fondos europeos. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha visitado este martes las obras que se han llevado en ambos centros..
En la residencia y centro de día municipal de Altorricón se han realizado inversiones por 50.814,29 euros de los que 30.420 proceden de la subvención concedida por Ciudadanía y el resto ha sido aportado por el Ayuntamiento de la localidad con fondos propios.
Entre otras actuaciones, se han sustituido las camas existentes por otras de última generación (altura variable, posicionales), que se adaptan mejor a las necesidades tanto de los residentes como de los cuidadores. También se ha instalado un nuevo sistema asistencial de telefonía e intercomunicación paciente-enfermera con pantallas táctiles, llamadores en habitaciones y baños, todos ellos conectados a teléfonos terminal DECT que permiten un control de la presencia del usuario en la cama y, además, incluye un registro de cuidados que mejora la atención personalizada. Todas estas mejoras han sido conocidas por Broto, acompañada por la alcaldesa, Susana Ramón, y por la directora de la residencia, Milagros Bernat.
Esta residencia cuenta 7 habitaciones dobles y dos individuales con capacidad para 16 residentes a los que hay que sumar los usuarios del centro de día.
Posteriormente, la consejera ha visitado la residencia comarcal de Tamarite de Litera, acompañada por el alcalde de la localidad, Francisco Mato, y la directora del centro, Pilar Llanas. Broto ha recordado que esta comarca es la única que cuenta con dos residencias comarcales, la de Tamarite y la de Binéfar, que también recibió una subvención de 229.716,77 euros dentro de la misma convocatoria de ayudas.
En el caso de la residencia de Tamarite de Litera, la inversión total supera los 800.000 euros de los que 487.741,67 proceden de la subvención del Departamento de Ciudadanía. También se ha contado con subvenciones del Ceder de la Zona Oriental de Huesca, de la Diputación de Huesca y fondos de la Comarca.
Entre las actuaciones que se han llevado a cabo destacan la transformación de los módulos que tenían tres camas en habitaciones individuales con tabiques móviles, dotando de más privacidad al residente y permitiéndole personalizar la habitación a su gusto. También se han reformado cuatro baños en la planta calle y en la primera, adaptándolos a las necesidades de los usuarios y favoreciendo su autonomía.
El centro también ha llevado a cabo una reforma integral de la cocina, que ahora tiene mayor funcionalidad, y se ha instalado un segundo ascensor en el centro que permite mejorar la accesibilidad de los residentes.
Además, se han creado cuatro habitaciones que anteriormente eran baños, dotándolas del mobiliario necesario; se ha instalado un nuevo pavimento en sustitución de las antiguas baldosas que favorece la circulación de los residentes por el centro y se han adquirido ocho camas para personas con alzhéimer que mejoran su calidad de vida.
Por otra parte, se ha implantado un sistema de comunicación residente-enfermera con pantallas táctiles y software de gestión que permite a los usuarios comunicarse con el personal del centro en el caso de necesitar ayuda.
A todo ello hay que sumar mejoras en los servicios de peluquería, podología, terapia ocupacional y fisioterapia, entre otros.
“La llegada de estos fondos europeos tras la pandemia de la covid-19 ha permitido que podamos volver a hacer inversiones en los centros de servicios sociales, tanto del Gobierno de Aragón como de las entidades locales y de aquellas mercantiles que forman parte del Sistema público de Servicios Sociales, a través de subvenciones”, ha asegurado la consejera en el transcurso de la visita. De los 12 millones de euros que se destinaron a subvenciones a los centros de mayores, 6,3 millones se repartieron entre las entidades locales, ha añadido.
María Victoria Broto ha insistido en que desde 2018 se ha estado trabajando en un nuevo modelo de atención centrada en la persona, un trabajo que ha recibido un gran impulso gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “Este nuevo modelo de cuidados coloca a la persona en el centro del sistema y adapta los cuidados a las necesidades de cada usuario, sean cuales sean sus capacidades”, ha asegurado. “Las necesidades de los mayores de hoy han cambiado y, por ello, queremos que ellos sean protagonistas en el diseño de este nuevo modelo de atención que les permita conservar el mayor grado de autonomía posible dentro de sus posibilidades", ha añadido Broto.