El arranque del puente festivo de la Constitución vuelve a dejar imágenes de retenciones para acceder al Pirineo oscense. Desde la tarde de este viernes se están registrando retenciones que suman alrededor de 14 kilómetros entre la A-23 y la N-330, en los tramos donde habitualmente el tráfico se colapsa en momentos de afluencia masiva.
Los principales problemas se concentran en Lanave y Sabiñánigo, puntos ya conocidos por los conductores que se desplazan hacia las estaciones de esquí. La situación se debe al embudo para el tráfico procedente de Zaragoza y Huesca con destino al Pirineo que se produce en la vía por las obras de construcción de la autovía A-23.

Según los datos de Tráfico, las retenciones alcanzan los ocho kilómetros en la A-23 y otros seis en la N-330 en dirección norte. Los conductores que circulan por la zona deben armarse de paciencia, ya que las colas avanzan con lentitud.
La apertura de las estaciones de esquí ha animado la presencia de turismo. Candanchú y Astún, en el valle del Aragón, y Formigal-Panticosa, en el valle de Tena, han puesto ya en marcha sus intalaciones tras las recientes nevadas. A ellas se sumará este sábado Cerler.