La Asociación Río Aragón critica la intención de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de continuar adelante con el recrecimiento del embalse de Yesa, a pesar de "no poder garantizar su seguridad futura" y del creciente sobrecoste económico que acumula el proyecto. "Tras 12 años afirmando que las laderas eran seguras y con movimiento imperceptible, asistimos a una nueva promesa de seguridad imposible de confirmar", traslada la entidad. Exige que "se deje de tomar el pelo a la ciudadanía, se realice una auditoría pública trasparente y se produzca una retirada estratégica en Yesa".
La Asociación señala, en primer lugar, que llama la atención "el reconocimiento por parte de la CHE de su incapacidad para poder confirmar la seguridad del recrecimiento de Yesa de forma indubitable a futuro". Como señala, "hemos pasado del creemos que la seguridad estaría garantizada, con que concluía el Dictamen elaborado por el CICCP, en el que se asumía someter a más riesgo a la población para poder continuar con las obras, al confiamos en que no se requieran más actuaciones, del presidente del organismo. Para concluir: "Ya me gustaría a mi poder certificar, pero esa es una palabra muy determinada"".
Reseña Río Aragón la que apunta como "profunda contradicción que se observa en el discurso de la CHE". Señala que por una parte afirma que "no hay movimiento significativo" y que "la situación de paralización del movimiento global de la ladera no impide que puedan existir en un futuro movimientos locales […] que no afectarían a las condiciones de seguridad de la globalidad de la ladera" y que a la par se plantean la inversión de 47 millones de euros, durante tres años y medio, para estabilizar la ladera. "Mal se entiende una inversión de casi el 50 % del presupuesto inicial para un problema que intentan vender como de menor importancia".
La entidad suma a sus críticas que la CHE "vuelve a actuar de forma opaca y sin el menor atisbo de rigor técnico". El Modificado 4, inicialmente previsto para resolver de forma completa la seguridad de la ladera y el desplazamiento de los aliviaderos afectados por los movimientos de 2013, ha sido dividido en actuaciones separadas. Una primera de 9 millones de euros solo para los aliviaderos, y una segunda, de epígrafe aún desconocido, de 47 millones. Todo ello, denuncian, sin que se cumplan las promesas públicas de que no habría más gasto. La obra, presupuestada en 113 millones, supera ya los 400 gastados, sin horizonte claro de finalización, denuncia Río Aragón.
Río Aragón insiste en que la CHE ya no puede garantizar un factor de seguridad suficientemente alto de la estabilidad del conjunto ladera-presa-infraestructura. En lugar de ofrecer garantías técnicas sólidas, apuestan por un “método observacional” basado en la velocidad de posibles movimientos, es decir, actuar después de detectar problemas. Esto, advierten, es “inasumible” para poblaciones situadas aguas abajo como Sangüesa, que ya viven con temor creciente tras fenómenos extremos como las danas, que han evidenciado los riesgos hidrológicos y la fragilidad de algunas infraestructuras.
En este contexto, recuerdan que desde 2014, de forma reiterada y por parte de responsables públicos, se ha asegurado que las laderas de Yesa eran estables, afirmaciones que la realidad ha desmontado, como destaca Río Aragón. “Estamos a las puertas de una inversión millonaria más para intentar consolidar una ladera imposible de asegurar de forma estable y definitiva”.
La Asociación considera que el recrecimiento de Yesa se ha convertido en un "empecinamiento irracional" que ha "engañado" a regantes y afectados, y que representa un claro "saqueo a los contribuyentes". Por ello, vuelve a exigir una auditoría pública, técnica y transparente que analice a fondo el proyecto, con la convicción de que debería concluir con una “retirada estratégica” de una obra que, a su juicio, debió haberse "repensado y finiquitado" hace años.