Salvador Cored ha protagonizado este martes un emotivo pregón en las fiestas de Bolea, villa en la que nació el músico (Olga y los Ministriles, Hato de Foces...) y director general de Ceos-Cepyme Huesca, que ha estado acompañado por la alcaldesa de La Sotonera, Maribel Bailo.
Cored Bergua recordó sus años de la infancia, una gran nevada cuando tenía tres años y bautizaron a su hermano. Remembró a los abuelos maternos, agricultores, y paternos (secretario del ayuntamiento y maestra nacional). Escenas entrañables como sus desplazamientos al campo en los mulos, los amigos cuando eran niños... Habló del aspecto cultural, con personas que le marcaron como Saturiano, que tocaba el violín y era campanero, y detrás de la puerta de la cocina tenía el pentagrama. O Heriberto Garcés, que escribió un diccionario del habla aragonesa, o de su hijo José Carlos, que fue infantico. Ahora mismo de gente descendiente de Bolea, enumeró a Óscar Badías, al guitarrista Raúl Viela, a Antonio Sarasa (que construye gaitas aragonesas en el Ayuntamiento de Huesca).
En la empresa, se refirió a su evolución y participación en Adesho. Reconoció el valor de grandes empresarios de Bolea como Javier Oroz, de OX-CTA, que fue Premio Empresa, o Gaypu, con César Pueyo y su yerno Roberto Garzo.
Leyó Salvador Cored un poema que hay a la entrada de Bolea que viene de Loarre, que saluda al caminante y le dice que en la villa que comen muy buenas cerezas, jamón y se paladea buen vino, y que "es la mejor del Alto Aragón, que para eso es mi pueblo. Tuve el placer de lanzar el cohete y encender O Bombillón, que en la jerga de Bolea significa El Bombillón, una bombilla grande que se pone en la plaza en las fiestas para iluminar a los que bailan. Cuando yo era niño, era de tamaño gordísimo. Me acordé de las cucañas, de las carreras de bicis con cintas".
Las fiestas arrancaron con algarabía, reparto de longaniza y mucha música. Y no pocas felicitaciones a Salvador Cored tanto por el pregón como por la reciente imposición de la Medalla al Mérito Civil.