San Jorge y Huesca, un abrazo que expresa desde siempre el genuino carácter aragonés

La celebración del Día de Aragón tiene un largo recorrido que simbolizamos en 1876, hace un siglo, hace media centuria y el primer año autonómico

21 de Abril de 2024
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Celebración en Huesca de la fiesta de San Jorge en el cerro. Foto: Álvaro Calvo
Celebración en Huesca de la fiesta de San Jorge en el cerro. Foto: Álvaro Calvo

La celebración de San Jorge es inherente a la historia, el presente y la voluntad de futuro de la ciudad de Huesca. Los usos son antiquísimos. El primer San Jorge de EL DIARIO DE HUESCA, el 23 de abril de 1876 (la cabecera irrumpió el 15 de noviembre de 1875), explicaba en su portada que a las 8 de la mañana el Cabildo Catedral salía en procesión, con compañía del Ayuntamiento, en dirección a la ermita de San Jorge, donde se celebraba una solemne fiesta, sermón incluido de don Nicolás Pacareo, "beneficiado de San Lorenzo".

No todo era rezar, así que por la tarde en la explanada de la Misericordia "una música ejecutará escogidas piezas durante la ceremonia".

HACE UN SIGLO

Damos un salto hasta 1924, aquel 23 de abril y las hermosas crónicas del diario fundado por don Manuel Camo Nogués con la denominación de "Periódico liberal". "Aunque no lo crean los lectores ausentes de Huesca, ayer no sopló el viento. Ni suave ni huracanado, tuvimos aire en todo el día. La calmaza eraniega, propia de un día agosteño, nos hizo prorrumpir a todos en la misma extrañeza: ¿Pero nos encontramos en el día de San Jorge...?".

Con aquella "chicarrina propia de cualquier día canicular", el Cabildo Catedral, con los capítulos eclesiásticos y el Ayuntamiento con la hermosa bandera del Alcoraz, se trasladaron procesionalmente a la ermita para el oficio de la solemne festividad religiosa. Don Pedro Segura "pronunció un elocuentísimo panegírico del Santo. La concurrencia de fieles, muy numerosa, se disgregó por el cerro para completar la excursión con sabrosos almuerzos".

Modas de la época, en la ermita de Salas, se celebraba el "gran concurso de romeros", que "cantaron muy bien una solemne misa los vecinos de Tierz".

Hubo amago de tormenta al final de la tarde, pero "a un día tan hermoso e incomparable le sacaron los oscenses el natural y abundante partido".

MEDIO SIGLO

El 23 de abril de 1974, hace cincuenta años, llegó con las prevenciones contra un "día frío y desabrido", pero los primeros romeros constataron en el entorno de la ermita de San Jorge que se apreciaba perfectamente "el siempre atractivo panorama de las cercanías de nuestra ciudad, por ser el cerro una magnífica atalaya de dilatadas perspectivas".

Entre el paisanaje en el cerro, "jóvenes provistos todos ellos de sus bolsas de plástico, conteniendo el almuerzo de ritual engrosaban la explanada y pinares, mientras algunas familias, con sus cestas, se disponían cuando llegase la oportunidad, a extraer sus contenidos y comerlos en amor y compañía, sin que faltase el plato típico: los huevos duros".

La crónica añade una anécdota divertida: uno de los asistentes se preparaba para comer su bocadillo y se acordó de que carecía de vino. El caso es que la jornada avanzaba y la tarde fue exultante, con "merendolas bajo los pinos, algarabía juvenil, niñas saltando a la comba, niños corriendo el escondite por aquí y por allá y los padres y personas mayores, de continente reposado, cigarrillo en mano y charla apacible, a veces alterada por el aviso a un hijo o a su nieto travieso", mientras desgranaban sus recuerdos y anécdotas.

La Misa había sido oficiada por el reverendo Isaac Martínez Velilla, con Santiago Romo como maestro de ceremonias. La homilía fue pronunciada por Antonio Pueyo Longás y un coro interpretó la misa en castellano, con algunos motetes.

EL PRIMER SAN JORGE DE LA AUTONOMÍA

Nos desplazamos hasta 1984, primer año tras las elecciones autonómicas, cuando la Diputación General de Aragón del oscense de Canfranc Santiago Marraco programó la organización oficial en Teruel. Allí, el político canfranqués proclamó que el Día de Aragón "debe ser una fiesta de encuentro de los aragoneses con sus propias raíces".

La conciencia de la importancia crecía, el Colegio de San Viator ya sumaba su cuarta edición de sus jornadas culturales en torno a San Jorge.

Era un año muy especial, porque se celebraba el primer Centenario del Título de Basílica a la Parroquia de San Lorenzo con una misa de pontifical oficiada por el obispo de Huesca Javier Osés, con la lectura del Evangelio en fabla por don Damián Peñart. Dos religiosos para la eternidad de los anales de la historia. Tenía su reivindicación, ¡Salvemos Loreto! y su contenido cultural con la jovencísima Agrupación Estirpe Baturra de Aragonia.

El Cerro de San Jorge volvía a ser el gran centro de la fiesta. Jóvenes y mayores acudían a la loma para escuchar misa y tomar el sol en calma, con el almuerzo de ritual, en el que no podían faltar "los clásicos huevos duros". El oficio corrió a cargo del deán de la Catedral Enrique García Allué. Se entonaron cánticos y luego la juventud se apoderó de fiesta con sus atuendos y sombreros conforme el gusto y la moda, remojados con "botas rebosantes de vino y mochils o bolsas con sabrosas y abundantes merendolas".

Celebración en Huesca de la fiesta de San Jorge en el cerro. Foto: Álvaro Calvo
Celebración en Huesca de la fiesta de San Jorge en el cerro. Foto: Álvaro Calvo

EL SAN JORGE DE 2024

Hoy día, ocio, cultura y deporte componen una programación sustancialmente más rica, como corresponde a la evolución de los tiempos, pero sin perder la trascendencia del Cerro y del Día del Libro. 

De la sesión de tardeo del día 20 con Tritón Jiménez y el swing de Los Cracks del 29, se pasa a este día 22 con Los Gandules en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner. Pero el gran día es el del Cerro, donde se repartirán tras la misa 1.500 raciones de torta, y 300 para el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, y luego habrá actuación del Teatro Arboré.

Y otro clásico, el Día del Libro en los Porches de Galicia, una fiesta cultural con lo mejor de la literatura universal.

Mucho deporte con la Jorgeada que llegará desde la Aljafería en torno al mediodía, con 900 andarines. Y los trofeos de ciclismo con el Club Ciclista Oscense y el de cadetes, que ya acumula 37 ediciones.

Todo cambia y se perpetúa el espíritu, el de la conciencia de la importancia de Huesca en la historia y el futuro de Aragón. En 1876, hace un siglo, hace media centuria, hace cuarenta años y hoy, San Jorge es símbolo de identidad y de destino común.

 

(ADJUNTO, PROGRAMA DE SAN JORGE 2024 EN HUESCA)

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