La bajada de temperaturas tras el fuerte calor de los últimos días y la llegada de lluvias ha dejado la primera nevada al Pirineo oscense, donde van a seguir las precipitaciones -ya de nieve solo en la cima de los tresmiles- de forma intermitente en los próximos días, para pasar a ser generalizadas el fin de semana en la provincia, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Este domingo se registraron 57.2 litros en Seira, 52.6 en Benasque, 45 en Cerler, 26 en Formigal y 25 en Canfanc, localidad en la que este lunes ha seguido lloviendo con 21,6 litros, y donde la temperatura máxima es de unos 12 grados. Las precipitaciones fueron en forma de nieve en cotas altas, como en el refugio Cap de Llauset, a unos 2.400 metros, desde donde se veía un manto blanco que por la tarde ya prácticamente se había disipado.
Las temperaturas esta semana se sitúan por debajo de lo habitual y finalizará con las esperadas lluvias que, según las previsiones, podrían ser generalizadas desde el sábado.
Las precipitaciones podrían aliviar la situación de los pantanos, donde la reserva de agua es de 2.999 hectómetros cúbicos, lo que supone un 38 % de la capacidad total del embalse de la cuenca del Ebro.
En la actualidad, no se supera la reserva promedio de los últimos cinco años (4.589 hectómetros cúbicos) y se sitúa por debajo de la cifra de 2022 y de la del mínimo, que se produjo en el año 2022 con 3.430 hectómetros cúbicos.